Ruth Müller: Desde el ratón de lana hasta la voz de los trabajadores en Delmenhorst
Ruth Müller: Desde el ratón de lana hasta la voz de los trabajadores en Delmenhorst
La historia de una mujer valiente que luchó por la igualdad y la justicia en el lugar de trabajo cobra vida a través de la vida de Ruth Müller. Ella era uno de los muchos trabajadores textiles en Nordwoll en Delmenhorst, un lugar donde las condiciones de trabajo en la década de 1960 eran todo menos justas. El ruido, el polvo y el calor dieron forma al trabajo cotidiano de los empleados, y en particular las mujeres eran difíciles de afirmarse en un mundo de trabajo dominado por los hombres.
Ruth Müller, nacida en Silesia en 1922, conoció el valor del trabajo duro desde el principio. Durante la Segunda Guerra Mundial, trabajó como soldador en un fabricante de aviones antes de colocarla en Delmenhorst. Aquí comenzó a trabajar en Nordwoll en la década de 1960, donde experimentó los desafíos del trabajo industrial de cerca. Las grandes máquinas donde ella estaba parada no eran solo herramientas, sino también un símbolo para un momento en que las mujeres a menudo tenían que luchar por su sustento.
Los hechos duros de la vida de fábrica
Era un momento en que la industria floreció en Alemania y los trabajadores fueron buscados desesperadamente. Ruth Müller, que tenía 25 años cuando comenzó en Nordwoll, rápidamente tuvo la experiencia de que el pago no dependía de la hora, sino que se basaba en la cantidad de bienes producidos. "La gente aquí tuvo que trabajar duro y estaban expuestas a riesgos para la salud", explica Maike Tönjes del Museo Northwool. Los procesos fueron brutales: varias máquinas tenían que ser atendidas al mismo tiempo, y los trabajadores a menudo sufrían problemas de salud. El polvo y la alta temperatura en los pasillos condujeron al agotamiento y al esfuerzo, especialmente para las mujeres que a menudo ganaban menos por el mismo trabajo.
Ruth, conformada por sus experiencias y la injusticia que observó decidió cambiar algo. Ella luchó contra los salarios discriminatorios que las mujeres a menudo se clasificaban en grupos de salarios más bajos. Además, ella hizo campaña activamente en el Consejo de Obras y se convirtió en una voz para sus colegas. Su compromiso no solo correspondía a una preocupación personal; Fue la lucha por la dignidad de las mujeres que a menudo fueron despedidas en la industria como "ratones de lana". Esta degradación fue insultante para Ruth y sus colegas porque no reconocieron su arduo trabajo y los desafíos físicos asociados.
Un legado de fuerza e inspiración
El compromiso de Ruth Müller no pasó desapercibido. Sin embargo, el cierre del Nordwoll en la década de 1980 no significaba el final de su trabajo. En cambio, ella cambió su energía y compromiso para mantener la historia de la fábrica. Después de la jubilación, hizo campaña por el establecimiento de un museo industrial que reconoció los recuerdos y la importancia de los trabajadores textiles. Lideró grupos a través de la exposición y contó sobre las condiciones difíciles y su pasión por promover la igualdad en el lugar de trabajo. Sus historias no son solo recuerdos, sino también un llamado urgente a las generaciones futuras para que funcionen para lo que es correcto.
La vida de Ruth Müller es un ejemplo de cómo la lucha por la justicia y el reconocimiento en el lugar de trabajo sigue siendo relevante hoy. En un momento en que las mujeres aún luchan por el mismo pago y los mismos derechos, su herencia permanece viva. Muestra que el cambio puede asumir y que el coraje de trabajar para sus propias creencias funciona a través de los tiempos. Incluso si las máquinas de la lana norte han estado en silencio, la lucha por la justicia en los pasillos del museo y en la memoria de aquellos que las conocían y las apreciaron.
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