Partículas inofensivas: cómo los pulmones aprenden y se protegen de los patógenos

Partículas inofensivas: cómo los pulmones aprenden y se protegen de los patógenos

Un adulto respira y sale aproximadamente 12 veces por minuto, lo que absorbe continuamente el aire que respira en los pulmones. Este aire contiene una variedad de partículas, que incluyen organismos libres de gérmenes, esporas fúngicas y bacterias y virus que, causando enfermedades. El profesor Andreas Schlitzer de la Universidad de Bonn enfatiza que los pulmones están constantemente expuestos a influencias ambientales, ya sea en el transporte público, donde las personas tosen o en habitaciones con sistemas de aire acondicionado donde las esporas de hongos flotan en el aire. El sistema inmune del pulmón tiene la tarea de por vida de distinguir entre partículas inofensivas y peligrosas y reaccionar en consecuencia.

Los macrófagos, como células del sistema inmune innato, son responsables de esta tarea. Reconoce las partículas que causan enfermedades, generalmente las destruyen de manera confiable y guarda información sobre los atacantes en el sistema inmune para reaccionar de manera más efectiva si nuevamente se contacta de manera más efectiva. El grupo de trabajo de Andreas Schlitzer examinó cómo los macrófagos tratan con información sobre partículas inofensivas. Se creía que esta información aún podría guardar e integrarse en futuras respuestas inmunes.

Para probar su hipótesis, inhale ratones beta-glucano, un azúcar que ocurre en la pared celular de la candida de hongos. Luego, los investigadores examinaron cómo el sistema inmune de los ratones reaccionó a beta-glucano y una infección posterior con Legionella. El resultado mostró que los ratones expuestos al beta-glucano reaccionaron de manera diferente a la infección que los ratones que no estaban expuestos al componente del hongo. Esto indica que el contacto con partículas inofensivas como las esporas de hongos puede influir en la respuesta inmune.

Los resultados de la investigación sugieren que los macrófagos usan proteínas específicas para adaptar la respuesta inmune después del contacto con partículas inofensivas. Estas proteínas también juegan un papel en enfermedades como el Alzheimer u obesidad. El profesor Schlitzer cree que la modulación específica de los macrófagos podría permitir enfoques de terapia innovadores para diversas enfermedades. Por lo tanto, su grupo de trabajo planea continuar trabajando en este campo de investigación en el futuro.

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