Mujeres en Bremen: ¡Doble trabajo de cuidados, pero menos dinero!

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Bremerhaven 2025: Enfoque en la igualdad de género: una encuesta muestra el trabajo de cuidados de las mujeres y los desafíos de los hombres.

Bremerhaven 2025: Geschlechtergerechtigkeit im Fokus – Umfrage zeigt Care-Arbeit der Frauen und Herausforderungen der Männer.
Bremerhaven 2025: Enfoque en la igualdad de género: una encuesta muestra el trabajo de cuidados de las mujeres y los desafíos de los hombres.

Mujeres en Bremen: ¡Doble trabajo de cuidados, pero menos dinero!

El 8 de noviembre de 2025 causó revuelo un estudio actual de la Fundación Bertelsmann en Bremen. Esto ha revelado ideas fascinantes sobre la división del trabajo entre hombres y mujeres en el hogar. Más de dos tercios de los hombres que viven en pareja creen que contribuyen por igual a la gestión del hogar, un malentendido muy extendido, porque la realidad es otra.

La encuesta muestra que las mujeres dedican una media de 29 horas semanales al trabajo de cuidados, mientras que los hombres sólo dedican a ello 20 horas. La brecha de género en materia de cuidados en Alemania alcanza un impresionante 43,3 por ciento, lo que significa que las mujeres realizan casi el doble de trabajo de cuidados que sus parejas masculinas. Esta discrepancia es particularmente preocupante porque afecta no sólo la vida cotidiana de las mujeres sino también su situación económica.

El salario y el trabajo a tiempo parcial en la mira

A pesar de que en Alemania las mujeres trabajan más, a menudo ganan menos. Esto se puede atribuir, entre otras cosas, al hecho de que muchas mujeres trabajan en sectores peor pagados, como la salud o los servicios sociales. Como muestra la encuesta, las mujeres de Bremen ganan un 17 por ciento menos que sus colegas masculinos, un valor que está por encima de la media nacional. Lo que llama especialmente la atención es que más del 75 por ciento de los hombres empleados en Bremen trabajan a tiempo completo, mientras que menos de la mitad de las mujeres lo hacen.

En Bremen, la proporción de trabajadores a tiempo parcial entre las mujeres es elevada: el 45,2 por ciento, mientras que la proporción entre los hombres es sólo del 14,2 por ciento. Esto ilustra que muchas mujeres -especialmente las madres solteras, el 90 por ciento de las cuales son mujeres- tienen dificultades para encontrar o mantener trabajos de tiempo completo. El aumento de los empleos a tiempo parcial y la disminución de los miniempleos para mujeres son otros signos de un mundo laboral cambiante, pero el estancamiento del número de empleos a tiempo completo muestra que todavía queda mucho por hacer.

Desafíos crecientes para las mujeres

Además, las mujeres que acceden a empleos peor remunerados a menudo no reciben suficiente apoyo en lo que respecta al cuidado de los niños. A menudo tienen derechos de pensión más bajos porque aportan menos al seguro de pensiones legal. Esto conduce a una mayor dependencia de socios financieramente más acomodados y hace que las brechas en las pensiones sigan creciendo. Dado que alrededor del 65 por ciento de las mujeres en Bremerhaven que están sujetas a cotizaciones a la seguridad social son responsables del cuidado de los niños, el desafío se percibe como aún mayor en lo que respecta a las condiciones sociales.

Otro aspecto que influye aquí es la separación conyugal. Este sistema fiscal promueve la desigualdad de ingresos y, por tanto, representa un obstáculo para una distribución más equitativa del trabajo de cuidados. La necesidad de repensar y cambiar los roles tradicionales de género es cada vez más urgente, particularmente en lo que respecta a la responsabilidad de los hijos y el cuidado de los familiares.

El debate sobre el género y las desigualdades relacionadas también cuenta con un fuerte apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que destaca las complejas barreras que enfrentan las mujeres y las niñas para acceder a información y servicios de salud. Estas barreras pueden tener un impacto negativo en la salud y, a menudo, conducir a un mayor riesgo de violencia y discriminación.

Es fundamental que la sociedad y la política reconozcan las desigualdades estructurales que afectan a las mujeres y trabajen activamente para eliminarlas. Ésta es la única manera de lograr un cambio real en beneficio de todos.