El Congreso de Estados Unidos recorta miles de millones para la radiodifusión: ¿qué significa eso para nosotros?
El 18 de julio de 2025, el Congreso de Estados Unidos aprobó una ley que prevé recortes por miles de millones para los medios financiados por el estado.

El Congreso de Estados Unidos recorta miles de millones para la radiodifusión: ¿qué significa eso para nosotros?
Es inminente una gran agitación en el panorama de los medios estadounidenses: el 18 de julio de 2025, el Congreso de los Estados Unidos aprobó una ley que recorta tanto la ayuda exterior como la financiación federal para las emisoras públicas. Esto ocurrió con una estrecha mayoría en la Cámara de Representantes, donde la votación fue de 216 sí contra 213 no. El Senado había votado previamente a favor de los recortes por 51 votos contra 48 temprano el mismo día. Medios de Boyen informó.
En total, la ley prevé un ahorro de unos nueve mil millones de dólares (aprox. 7,7 mil millones de euros), y la Corporación de Radiodifusión Pública (CPB), en particular, se verá afectada por recortes de 1,1 mil millones de dólares. La CPB es responsable de distribuir fondos estatales para los medios a organizaciones como la Radio Pública Nacional (NPR) y el Servicio de Radiodifusión Pública (PBS), que en conjunto apoyan a más de 1.500 estaciones de radio y televisión públicas administradas localmente.
Antecedentes y reacciones políticas
La portavoz del presidente Donald Trump calificó la decisión como un paso hacia la restauración de la "cordura fiscal". La retirada de fondos también debería tener como objetivo aumentar la confianza de los ciudadanos en los medios de comunicación. El senador Erich Schmitt afirmó que las emisoras habían abusado de la confianza del pueblo estadounidense y estaban absorbidas por ideologías de extrema izquierda. Esta declaración se produce en un contexto en el que la financiación pública de las emisoras se ve cada vez más críticamente la FAZ informó.
La directora ejecutiva de NPR, Katherine Maher, ya advirtió sobre el impacto negativo de los recortes de fondos en las comunidades y los votantes. Señaló el alto nivel de confianza que los estadounidenses tienen en las emisoras públicas; Casi tres de cada cuatro ciudadanos dicen confiar en estos organismos para las alertas relacionadas con la seguridad. Los críticos temen que las estaciones de radiodifusión regionales que trabajan en estrecha colaboración con NPR y PBS se vean especialmente afectadas.
Clasificación histórica y debate.
La perspectiva histórica sobre la financiación de NPR y PBS es interesante. Ya en 2012, republicanos como Mitt Romney abogaron por recortar los fondos, lo que provocó un acalorado debate en las elecciones presidenciales de aquel momento. El presidente Obama llegó incluso a vincular a Romney con “Barrio Sésamo” para movilizar a los votantes. En el debate actual, Trump también calificó la financiación de la NPR de "fraude total" y acusó a la emisora de difundir desinformación, lo que alimenta aún más el debate sobre la objetividad de la información. Enfoque global reflejos.
La situación actual plantea dudas sobre la objetividad y las influencias políticas. Críticos como Uri Berliner, ex editor de NPR, ya han expresado su preocupación por un supuesto sesgo político. Los debates sobre si los medios reflejan la realidad o sirven a agendas políticas son muy explosivos tanto en Estados Unidos como en Alemania. Mientras que en Alemania todavía se debate sobre un mejor equipamiento para la radiodifusión pública, en EE.UU. la abolición de los medios estatales se considera una opción.
Con la inminente firma del presidente Trump, el panorama mediático en Estados Unidos puede cambiar fundamentalmente. El impacto de los recortes en las emisoras y programas locales podría afectar significativamente el suministro de información en las zonas rurales y alimentar aún más el ya tenso debate sobre la credibilidad de los medios.