Una nueva esperanza: Dominicus Meier asume el cargo en Osnabrück

Una nueva esperanza: Dominicus Meier asume el cargo en Osnabrück

El nuevo obispo de Osnabrück, Dominicus Meier, se presenta oficialmente a su oficina hoy. A las 3:00 p.m. Hay un servicio en la Catedral de Osnabrück, al que se invita a alrededor de 600 invitados de diferentes áreas, incluida la política y la sociedad. Entre los invitados se encuentran personalidades prominentes, como el ex presidente federal, Christian Wulff, y el primer ministro de Lower Saxony, Stephan Weil, del SPD. Esta ceremonia marca un momento significativo para la Iglesia Católica en Alemania, especialmente en tiempos desafiantes para la diócesis de Osnabrück.

Dominicus Meier, que ahora vive como obispo en la ciudad a la edad de 65 años, es utilizado solemnemente por el arzobispo Nikola Eterovic, el nuncio apostólico en Alemania y el arzobispo de Hamburg Stefan Heif. Decidió ser dirigido como obispo Dominico en el futuro para evitar confusiones con el obispo de Augsburgo, Bertram Meier. Antes de su nombramiento, Meier era obispo auxiliar en Paderborn y, después de graduarse de la escuela secundaria en 1982, ingresó a la orden benedictina, donde aceptó el nombre de la orden Dominicus. Esto le da una base teológica bien fundada para dedicarse a los desafíos de su nuevo cargo.

un obispo en un entorno difícil

La diócesis de Osnabrück, que se extiende desde Emsland hasta el Mar del Norte, se enfrenta a un cambio dramático, como muchas otras diócesis en Alemania. El número de salida de la iglesia está en un récord y hay una falta de sacerdotes. Dominicus Meier plantea un gran desafío que acepta abiertamente. En el período previo a su oficina, dijo en una entrevista con la agencia de prensa alemana que era importante para él conocer a la gente local. No quiere traer conceptos prefabricados, pero quiere interactuar directamente con los feligreses.

"Celebro el servicio contigo, también me gusta tomar café y comer una salchicha al mediodía", describe su enfoque obvio para conocer a los miembros de su diócesis. Estas reuniones informales deberían convertirse en un intercambio más cercano entre él y la comunidad. Además, las visitas oficiales solo deben comenzar después de Pascua 2025, lo que le da la oportunidad de mirar a su alrededor en la región y recurrir a los desafíos y necesidades de los miembros de su comunidad.

Dominicus Meier sucede al ex obispo Franz-Josef Bode, que renunció el año pasado. Bode fue el primer obispo alemán en renunciar en el contexto del escándalo de abuso en la Iglesia Católica y justificó este paso con los errores personales al tratar los casos de abuso sexual. Esta prehistoria aporta responsabilidad y presión adicionales sobre Meier, que tiene que liderar a la comunidad de la iglesia en un momento de agitación.

Los próximos meses deberían ser decisivos cómo Dominicus Meier llena la silla del obispo y qué medidas toma para enfrentar los desafíos frente a los cuales enfrenta la diócesis de Osnabrück. El público buscará tensión como este nuevo obispo que está buscando cercanía con las personas que pueden dirigir el destino de la comunidad. La esperanza se encuentra en un nuevo viento que sopla a través de la organización, mientras que la Iglesia Católica continúa luchando para recuperar la confianza de los creyentes.

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