Vellmarer, de 82 años, lucha contra la acusación de robo pirateado

Vellmarer, de 82 años, lucha contra la acusación de robo pirateado

Un incidente en el Edeka Markt Möller en Vellmar (distrito de Kassel) recientemente causó emoción y discusiones. El caso se refiere a un hombre de 82 años que está acusado de robar un pedazo de picado por un valor de solo 2.61 euros. Esta situación plantea preguntas fundamentales sobre el manejo de las acusaciones de robo en tiendas minoristas.

La situación desde la perspectiva del senior

El caballero mayor afirma que había sido pirateado en el mostrador de carne fresca al comprar el fin de semana. Poco después se dio cuenta de que ya no necesitaba los productos debido a las temperaturas cálidas y una forma de media hora en la que la carne podía estropear. Por lo tanto, simplemente puso la carne en un estante y solo pagó las compras básicas ya seleccionadas. "Sé que fue un error", admite el hombre de 82 años.

La reacción del mercado Edeka

Unos días después, cuando regresó al mercado de Edeka para comprar, el jefe del negocio lo enfrentó con la acusación de robo. A pesar de su explicación de que ya no quería ser dueño de los picados y, por lo tanto, se fue, se llamó a la policía. "La policía me guió fuera de la tienda", recuerda el senior la vergonzosa situación. Sven Möller, el propietario del mercado, solicitó una tarifa de procesamiento de 200 euros, el propietario del mercado, que el senior consideró inapropiado.

Las consecuencias legales

La oficina del fiscal público fue contratada rápidamente, que fue calificada como una señal de la singularidad del incidente. El jugador de 82 años pagó 52.61 euros, el precio de los picados, más una compensación voluntaria de 50 euros. "Quería demostrar que tomo la situación en serio", explica. Sin embargo, el incidente refleja el dilema con el que muchos minoristas se enfrentan hoy cuando se trata de robo.

Política corporativa en otros mercados

Aunque Edeka Möller actúa rígidamente contra el robo, se puede ver que otros supermercados eligen una marcha menos estricta. Marika Hofmann, quien opera varios mercados de Edeka en el área, explica: "El robo es robo, pero solo pedimos una bonificación de 100 euros". Lo mismo se aplica al nuevo mercado de compras y al mercado Rewe en la región. Esta práctica plantea las cuestiones de cuánto minorista está dispuesto a arriesgar pequeños robos, mientras que en otros casos apenas imponen castigos.

Conclusión: ¿un llamado a la moderación?

El incidente en Edeka Möller muestra lo importante que es ejercer empatía y moderación al tratar con el robo con las acusaciones de robo. Sven Möller afirma que persigue todos los delitos para minimizar la pérdida de sus bienes, pero ¿dónde dibuja la frontera? Queda por ver cómo la oficina de arbitraje de Vellmar decidirá sobre este caso. Sin embargo, las reacciones de la comunidad muestran que no solo el elemento legal sino también el elemento humano juega un papel importante en tales situaciones.

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