Robo de obstáculos en übach-Palenberg: el presidente de Nabu plantea la alarma

Robo de obstáculos en übach-Palenberg: el presidente de Nabu plantea la alarma

El robo de fruta en el huerto en el Stegh en übach-Palenberg causa una emoción considerable. Hubert Schippers, el presidente del grupo Nabu local, enfrenta el desafío de garantizar la seguridad requerida de su prado de frutas. En una campaña de noche y niebla, los ladrones robaron una gran cantidad de fruta. Este no es el primer incidente de este tipo, pero la frecuencia ha aceptado proporciones alarmantes. En un área de 7,700 metros cuadrados, cinco de los 57 árboles frutales ya han sido recogidos completamente vacíos.

Sigue sin estar claro dónde se trajo la fruta robada. Schippers sospecha que los perpetradores pueden haber cruzado la frontera con los Países Bajos. "Estos son unos cientos de kilogramos de fruta que nos han robado hasta ahora", dice la presidenta de Nabu. Estos incidentes no solo plantean preguntas sobre la seguridad, sino que también cuestionan la confianza en la sociedad porque el respeto por la propiedad extranjera desaparece.

La situación en los huertos

El huerto en Stegh ha sido propiedad de Nabu desde 2015, mientras que otro prado que fue adquirido en 2007 ya había tenido problemas similares. Las medidas de seguridad, como los signos, no pueden disuadir a los ladrones. Incluso la instalación de cámaras salvajes para identificar a los perpetradores aún no ha entregado ningún resultado. Schippers informa que un transeúnte una vez tomó una foto de un presunto ladrón que vino a robar con un vehículo y una escalera. Desafortunadamente, la imagen de la policía no podía servir como evidencia, ya que la matrícula no estaba clara.

Los robos son frustrantes, especialmente para los niños del Marienberger Auenland, que regularmente usan el prado para aprender como parte de un programa pedagógico natural. Aquí debe comprender el significado de la comida y desarrollar aprecio por lo que ofrece la naturaleza. "Queremos que los niños aprendan a lidiar con la comida conscientemente", explica Hubert Schippers mientras miran a los niños que eligen manzanas.

Una contribución a la educación ambiental

La cosecha de frutas no es solo un material de enseñanza, sino también una forma creativa para que los niños se conecten con la naturaleza. La cosecha de frutas conduce a la experiencia emocionante de la producción de jugo, lo que ayuda a los niños a poder comprender el proceso desde el árbol hasta la botella. "Después de la cosecha, tenemos que prestar atención a las cajas de anidación de pájaros y murciélagos y mantener los árboles correctamente", dice Schippers. Todo el año hay numerosas actividades en los huertos que ayudan a los niños a comprender y apreciar la naturaleza.

El prado animado alberga muchas especies de plantas y animales que los niños pueden descubrir con la ayuda de los miembros de Nabu. Ya sea observando insectos en el hotel de insectos hecho a sí mismo o al investigar el mundo de los animales alrededor del prado, los niños aprenden lo importante que es proteger la naturaleza.

Con la amenaza constante de robo, toda la iniciativa del grupo Nabu está en juego. Los rendimientos de la cosecha de frutas sirven no solo para mantener los prados, sino también para promover proyectos para niños y adolescentes. "Cada robo agita a nuestra comunidad y limita las posibilidades de los niños", enfatiza Schippers. Para contrarrestar esta situación, planea tener una señal adjunta a la videovigilancia, con la esperanza de que esto sea un elemento disuasorio.

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