Community llora Eryücel: Memoria y esperanza en Nonnenhorn
Community llora Eryücel: Memoria y esperanza en Nonnenhorn
En Nonnenhorn hay una atmósfera de dolor y conmoción cuando la comunidad se une para conmemorar a una mujer querida. Esme Eryücel, de 70 años, que supuestamente murió de trabajo en el camino a casa hace unas semanas, deja una brecha profunda en la comunidad de la aldea. El pastor católico Ralf Gührer describe su tragedia como un corte profundo en la vida tranquila del lugar.
La despedida y las memorias
La conmemoración en la iglesia se llenó hasta el último asiento. Inmediatamente siente el calor del corazón que Esme irradió en Nonnenhorn durante su tiempo. Su hija agradece a los ciudadanos por el amor y el apoyo que trajo hacia su madre. "Gracias por darle a nuestra madre un hogar", dice con voz temblorosa.
Integración y espíritu comunitario
Esme Eryücel no era solo un vecino, sino un pilar importante de la comunidad. Llegó a Alemania desde Turquía en 1998 y rápidamente encontró una conexión, inicialmente en una panadería que completó bien. "Así es como va la integración en Nonnenhorn", dice el pastor Petra Harring sobre el papel que desempeñó Eryücel en el pueblo. Para muchos ella era una sustituta.
el acto violento violento
La muerte de Esme Eryücel arroja sombras oscuras en el tranquilo pueblo. Las circunstancias de su muerte violenta son difíciles de procesar para muchos. "No puede suceder aquí, en nuestro idilio", dice un invitado fúnebre. Tanto el pastor Gührer como el pastor Harring apelan a toda la comunidad y enfatizan la necesidad de no ser guiado por el miedo.
Un deseo de justicia
La hija de Eryücel habla un mensaje claro al perpetrador: "Esperamos que el autor sea atrapado lo antes posible y recibir el más alto castigo". No se trata solo de justicia para su madre, sino también de seguridad para todos los ciudadanos en Nonnenhorn.
una memoria duradera
Con cientos de velas y globos que suben a la oscuridad, Esme Eryücel es honrado por su comunidad. Es su impresionante historia de la vida y sus incansables esfuerzos para otros que continuarán viviendo en los corazones de los dolientes. "Para nosotros, nuestra madre era el sol en nuestra vida", dice su hija en conclusión, subrayando la banda fuerte que Esme empató con Nonnenhorn.