Cuatro generaciones en conversación: cómo ha cambiado el uso del calor

Cuatro generaciones en conversación: cómo ha cambiado el uso del calor

En una conversación familiar sobre el verano y el calor, los recuerdos y los cambios asociados surgen que dan forma al manejo del sol y el protector solar. En Freudental, un lugar pintoresco en el distrito de Ludwigsburg, una familia se sienta unida y reflexiona sobre varias generaciones y cómo la conciencia de la protección solar ha cambiado a lo largo de los años.

En la mesa encontramos a Uropa Walter Gerber, de 87 años, y su hija Karlin Stark, de 61 años, junto con Monja Lampert, de 34 años, y su hija de ocho años Mia. Mientras disfruta de las piezas de sandía, queda claro: justo cuando aumentan las temperaturas, el escenario al sol y sus peligros también ha cambiado.

El cambio en la protección solar

Cuando Monja comienza el día con sus tres hijos por la mañana, el ritual del protector solar es esencial. Ella explica: "Hemos usado factores de protección de la luz más altos y más altos a lo largo de los años, y actualmente hemos alcanzado un factor de 50". Este hábito contrasta con la infancia de su madre Karlin: "En los años 90, aplicar el protector solar no fue un gran problema. No recuerdo que alguna vez hubiéramos usado más que el factor de protección de la luz 20". Este comentario da una idea de cómo la conciencia de la protección contra los rayos UV ha cambiado a lo largo de los años.

Walter, la uropa, tiene su propia visión del verano. "Cuando era niño, no recuerdo ninguna medida de protección especial", dice. "Tal vez había un suministro en el jardín en el que podíamos jugar". Los recuerdos de la escuela, libres a altas temperaturas, son marcas importantes para él. "Solía estar libre de escuela a 30 grados, esa siempre fue una razón para ser feliz". La vida cotidiana del verano de su juventud parece haber sido moldeada por una sensación diferente de temperatura que la compañía tratada con el sol más despreocupada.

Karlin describe cómo ha buscado a menudo el sol cuando era niña, sin pensar en muchas consecuencias para la salud: "No recuerdo que nos quejamos más de 30 grados en ese momento. La piscina al aire libre o el lago de excavación eran los más grandes". El impacto ambiental y la necesidad de protección no parecen haber estado tan presentes en momentos anteriores como lo son hoy.

La generación joven, representada por MIA, indica una realidad diferente. "Ya no tenemos calor en la escuela". Durante sus días escolares, las conversaciones sobre el calor en su círculo de amigos son mínimas. Para MIA, la solución es simple: "Si hace calor, vamos a la piscina al aire libre". Dichas preferencias pragmáticas muestran cómo tratar con el calor de generación en generación es diferente.

Cambio climático y preocupación personal

El tema del cambio climático también resuena, especialmente con Karlin, quien como jefe de la Oficina de Salud del Distrito se hace cargo de una parte activa de las iniciativas para la educación de protección del calor. "Es una verdadera preocupación para mí que las personas sepan cómo pueden protegerse a sí mismas", enfatiza y lidera el plan de acción de calor, que se desarrolló para preparar a las personas para temperaturas elevadas.

Walter cree que la necesidad de protegerse a sí misma aumenta. "Tenemos que actuar en contra de los crecientes desafíos debido al cambio climático", advierte, dejando en claro que la generación anterior tiene una responsabilidad. Sus palabras son urgentemente: "Tenemos que hacer mucho para detener el progreso de la catástrofe". Este mensaje ilustra que no se trata solo de experiencias personales, sino también del legado para las generaciones futuras.

Monja tiene su propia perspectiva optimista sobre el futuro y no quiere ser denunciado por pensamientos negativos sobre el cambio climático. Es un campo de tensión entre la necesidad de reconciliar la realidad y la esperanza. Su hija Mia quiere experiencias infantiles sin complicaciones, como la nieve en invierno y el calor, recuerdos que son importantes de nosotros y que pueden estar en peligro a través del cambio climático.

La discusión sobre el verano, el calor y la protección adecuada contra los elementos no solo refleja la nostalgia personal, sino que también toma una perspectiva holística sobre un entorno cambiante. Una cosa queda clara en esta ronda familiar: el diálogo sobre la protección contra el sol se forma no solo por experiencias individuales, sino también por los desafíos de nuestro tiempo. Es de esperar que el enfoque permanezca tangible para la sostenibilidad y una vida saludable para todas las generaciones futuras.

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