Harald Bülow: una vida de Sandhague en el mundo del consumidor

Harald Bülow: una vida de Sandhague en el mundo del consumidor

En el pequeño pueblo de Sandhagen, el consumo de Harald Bülow no es solo una tienda, sino también un importante punto de reunión social para los aldeanos. En esta comunidad, los roles tradicionales del consumo están vivos como una institución social que se ha perdido en muchos lugares modernos.

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Consumo que abre a las 5 a.m. no solo ofrece necesidades cotidianas, como dosis soljanka y avena, sino también interacción social. Los primeros clientes, muchos de ellos después de un café rápido, acuden en la tienda de Harald Bülow temprano en la mañana. "La mayoría toma café por la mañana. Después del trabajo regresan y compran un Bockwurst", explica. Esta rutina simple no solo fortalece el sentimiento de la comunidad, sino que también le da a las personas una razón para reunirse.

Una pieza de casa perdida

Bülow, que tiene sus raíces en Friedland, reflexiona sobre los cambios que su aldea ha experimentado a lo largo de los años. "Había mucha más cohesión en ese momento. Hubo consumo en cada aldea, era un lugar de encuentro", recuerda, mientras está atrapado en su rutina diaria ocupada. La disminución de tales ofertas de consumidores es un signo del cambio en la sociedad, que también se puede sentir aquí en Sandhague.

El valor de los puntos de reunión social

Para muchos clientes como Enrico Baumann, visitar el consumo es un hábito diario que va más allá de la compra pura. "Prefiero comprar aquí que en la estación de servicio, donde es costoso. Y conoces gente", dice Baumann, que aprecia el contacto personal y la comunidad. Este aspecto social es de gran importancia para muchas personas en la actualidad, ya que la comunicación digital a menudo ha reemplazado encuentros personales.

un tiempo de espera bien merecido

Después de 24 años de trabajo ininterrumpido detrás del mostrador, Harald Bülow ha decidido finalmente tomar un descanso de 14 días. A partir del 12 de agosto se irá de vacaciones por primera vez. "La gente se queja un poco. Pero no te vuelves más joven", dice, y deja brillar una sonrisa. Este cambio en su vida agitada también podría dar a la comunidad nuevos impulsos, ya que reconocen la importancia de los descansos y la relajación en una vida cotidiana ocupada.

En Sandhagen, el consumo de Harald Bülow es más que un negocio. Es una parte importante de la estructura social de la aldea, que promueve el sentido de comunidad y preserva los valores tradicionales. En un momento en que tales lugares se están volviendo cada vez menos comunes, es aún más importante apreciar y preservar esta cercanía y apego.

- nag

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