Beate Fink triunfa: ¡35 años después de un accidente que puso en peligro su vida!
Beate Fink triunfa en Freising, 35 años después de su fatídico accidente a caballo, y da ejemplo de perseverancia.

Beate Fink triunfa: ¡35 años después de un accidente que puso en peligro su vida!
Beate Fink, una impresionante jinete de Freising, ganó en mayo de 2025 dos pruebas de doma amateur S* en un torneo en Giesenbach, cerca de Kranzberg. Este lugar tiene un significado muy especial para Fink: hace más de 30 años, en julio de 1990, durante una competición de saltos sufrió un accidente casi mortal cuando su caballo se atascó en un obstáculo de bueyes y ella cayó gravemente. Su hígado se rompió, tras lo cual llevaron a Fink a la clínica Freising y lo pusieron en coma artificial. En ese momento, los médicos estimaron que sus posibilidades de supervivencia eran sólo del diez por ciento.
Pero la valiente Fink despertó del coma y luchó por volver a la vida. Pudo volver a trabajar apenas seis meses después del accidente. Lo abrumador es que este grave incidente no le impidió seguir su pasión por los deportes ecuestres. Por el contrario, abandonó el salto y se dedicó a la doma clásica. Con su caballo QC Fighting Harvard, conocido cariñosamente como Fighter, desde entonces ha celebrado muchos éxitos y ha conseguido más de 100 puestos hasta la clase de doma S**. Quiere hacer realidad su sueño de participar en competiciones hasta los 60 años, siempre que su salud se lo permita.
Los deportes ecuestres y la próxima generación.
El entusiasmo por los deportes ecuestres se transmite evidentemente en la familia Fink. Maria Finkler, la hermana de Beate de 14 años, también se ha hecho un nombre en el deporte ecuestre. María, amante de los caballos y que monta desde los tres años, quedó subcampeona en equitación de ponis de doma en 2023 en Sajonia-Anhalt. En el campeonato estatal de Zörbig impresionó con su yegua de 13 años, KWD Raute, y obtuvo el segundo puesto en varias pruebas de doma. Su éxito no sólo habla de sus capacidades, sino también del apoyo que recibe de su familia, especialmente de su padre Karl-Heinz Finkler, un maestro economista de caballos.
Maria es miembro del club de equitación Klötze y recientemente ha intensificado su preparación para las próximas competiciones con su entrenador Ralf Lahmann. Su éxito no sólo se debe a su pasión por el deporte ecuestre, sino que en el futuro también tiene previsto participar en los campeonatos alemanes y europeos. Las dos hermanas demuestran que los deportes ecuestres pueden ser un asunto de familia y que el apoyo mutuo continuo es crucial.
El paisaje ecuestre en Alemania
La equitación es un deporte importante y popular en Alemania. Alrededor de 2,9 millones de personas en este país se consideran jinetes, mientras que en los establos del país hay alrededor de 1,3 millones de caballos. Sin embargo, el número de accidentes ecuestres es alarmantemente alto: cada año se producen alrededor de 40.000 accidentes en deportes ecuestres, lo que pone de relieve los peligros del deporte.
El volumen de negocios de la industria ecuestre alemana se estima en 6.700 millones de euros, lo que ilustra la importancia económica del deporte ecuestre en Alemania. Ya sea deporte recreativo o competitivo, la equitación atrae a cientos de miles de personas cada año y tiene una reputación notable en todo el mundo. Al fin y al cabo, Alemania también ha ganado 100 medallas en los deportes ecuestres en los Juegos Olímpicos, lo que demuestra claramente el alto nivel de competitividad y habilidad en este ámbito.
En resumen, la historia de Beate y Maria Finkler muestra que la pasión, la perseverancia y el apoyo familiar pueden conducir a un éxito considerable en los deportes ecuestres. También podemos esperar con ansias a estos talentosos corredores en el futuro.