Un joven de 17 años corre a 150 km/h delante de la policía en Ergolding, ¡sin permiso de conducir!

Transparenz: Redaktionell erstellt und geprüft.
Veröffentlicht am

Un joven de 17 años huyó de la policía en Landshut y corrió por Ergolding a 150 km/h. Proceso penal iniciado.

Ein 17-Jähriger flüchtete in Landshut vor der Polizei und raste mit 150 km/h durch Ergolding. Strafverfahren eingeleitet.
Un joven de 17 años huyó de la policía en Landshut y corrió por Ergolding a 150 km/h. Proceso penal iniciado.

Un joven de 17 años corre a 150 km/h delante de la policía en Ergolding, ¡sin permiso de conducir!

El jueves por la noche, concretamente a las 2:25 de la madrugada, la policía del distrito de Landshut inició una inusual persecución contra un joven de 17 años. Quería eludir un control policial en Sonnenstraße e inmediatamente emprendió la fuga. Primero él y un acompañante abandonaron su BMW para cruzar un campo a pie, pero la huida no duró mucho.

Agentes de policía experimentados llegaron rápidamente al lugar y los persiguieron en un vehículo civil. Se suponía que sería una carrera salvaje por las calles. Durante la operación se produjo un accidente en el que resultaron dañados un pozo de alcantarillado y el vehículo de la empresa; los daños ascendieron a varios miles de euros. Tras este primer episodio, el joven y su cómplice regresaron a su vehículo y se alejaron, alcanzando velocidades de hasta 150 km/h en zonas urbanas. En este punto te das cuenta de lo riesgosas que pueden ser estas persecuciones. Según un informe de RND, los conductores que huyen durante una parada a menudo ponen en peligro a otros usuarios de la vía debido a su alta velocidad y comportamientos de conducción peligrosos.

Un juego peligroso

La persecución transcurrió desde Ergolding, pasando por Aicherfeld, hasta Altdorf, donde la policía finalmente perdió contacto con el BMW que huía. Sin embargo, los agentes pudieron localizar más tarde el vehículo frente a la casa del joven de 17 años. En ese momento no tenía una licencia de conducir válida, lo que hizo que la situación fuera aún más explosiva. La policía inició un proceso penal contra el adolescente, que incluía tanto una carrera de vehículos prohibida como la conducción sin permiso. Estos controles pueden resultar incómodos para los conductores. Como explica el ADAC, los ocupantes del vehículo deben mostrar sus datos personales, la documentación del vehículo y el permiso de conducir durante el control, lo que evidentemente este joven conductor no pudo hacer.

Como es bien sabido, las persecuciones no están exentas de riesgos, tanto para quienes son perseguidos como para quienes las persiguen. Thomas Mosbacher, experto en prevención de tráfico, califica estas situaciones de extremadamente peligrosas, porque a menudo no queda claro por qué el conductor huye. A menudo es el consumo de drogas o alcohol o incluso infracciones de tráfico anteriores lo que lleva a la fuga. Esto puede tener consecuencias dramáticas, especialmente en zonas urbanas como Colonia, donde hay muchos peatones y otros usuarios de la vía. Estas situaciones son inherentemente peligrosas. Cuando los agentes de policía participan en una persecución, normalmente están capacitados para minimizar el riesgo para los transeúntes. Según RND, la policía y los psicólogos del tráfico tienen directrices específicas que incluyen el uso de tácticas como el cierre de carreteras o el apoyo aéreo para mantener la proporcionalidad en las persecuciones y no poner en peligro a nadie.

Como demuestra el incidente de Landshut, en la vida policial cotidiana siempre surgen situaciones difíciles. Queda por ver cómo continuarán las disputas legales en el caso del joven de 17 años. Hasta entonces, es de esperar que intentos de fuga similares se lleven a cabo con cuidado y sin riesgos innecesarios para todos los involucrados.