Las poderosas claves de la música: Pedro, Pablo y la armonía de la Iglesia
El 29 de junio de 2025, el Abbé François-Xavier Amherdt iluminará el papel central de la música y las “claves” en la iglesia y la fe.

Las poderosas claves de la música: Pedro, Pablo y la armonía de la Iglesia
Hoy, 29 de junio de 2025, el Abbé François-Xavier Amherdt destaca en su homilía el papel central de la música tanto en la Iglesia como en nuestras vidas. En su discurso retoma la imagen de las claves, tanto las claves musicales fa y sol, que determinan las alturas, como las “claves” transmitidas por Jesús a sus apóstoles. Estas claves son nada menos que la base sobre la que se asienta la partitura polifónica de la iglesia, incorporando distintas voces e instrumentos. Un lugar especial lo ocupan Pedro y Pablo, cuyas tumbas están una al lado de la otra en Roma, signo de su misión compartida y de su importancia única para la comunidad religiosa.
¿Por qué son tan cruciales estas “claves”? No sólo dan vida a las melodías, sino que también ayudan a captar y transmitir la fe. Jesús confió estas llaves a sus apóstoles y así sentó las bases de la iglesia. Peter, a quien se describe como una roca, y Paul, a quien se considera un heraldo innovador, dejan en claro que todos tienen un lugar en esta comunidad diversa y que diferentes voces pueden contribuir a la unidad. La melodía de la fe sólo puede expresarse verdaderamente a través de esta diversidad.
La música como puente entre las personas
La música no es sólo una forma de arte; es un puente que conecta a las personas entre sí. El padre benedictino Anselm Grün destaca en sus reflexiones que la música le acompañó durante toda su vida. Ya sea en la infancia, cantando villancicos o en el monasterio, donde el canto gregoriano lo acompañó durante 60 años, siempre le abrió un camino para sumergirse en otro mundo. La música también siempre ha tenido una gran importancia en la iglesia, como descubrió el obispo Ambrosio en el siglo IV cuando atraía a la gente con himnos. Cantar juntos es una forma de estar conectados internamente y experimentar la comunidad.
El poder emocional de la música puede unir a las personas y promover experiencias espirituales. Estas ideas también se pueden encontrar en la tradición musical cristiana, que abarca desde los cantos gregorianos hasta los cantos de adoración modernos. La música acompaña a los creyentes en su fe y los pone en contacto con la presencia de Dios. Sigue siendo una parte importante de la práctica religiosa, que es de naturaleza tanto individual como comunitaria.
Retos y sugerencias actuales
En tiempos turbulentos, la música puede ayudar a fortalecer la unión. Las sugerencias para un nuevo sentido de comunidad son importantes: escucharse unos a otros y apreciar las voces de los demás, incluso fuera de la iglesia, ya sea en festivales de coros o en acogedoras fogatas. Esto crea una atmósfera en la que las personas pueden vivir verdaderamente en armonía unas con otras. El deseo de armonía que el Abbé Amherdt expresa al final de su discurso es más que un simple ideal piadoso. Aborda una necesidad profunda que también es de gran importancia en la sociedad actual.
La música cristiana no sólo promueve la experiencia individual de fe, sino que también fortalece a la comunidad dentro y fuera de los muros de la iglesia. La multitud de expresiones musicales muestra cuán rico y diverso es este mundo, y que siempre hay lugar para nuevas melodías y voces que celebran juntos la fe.
Para obtener más información sobre el papel de la música en la iglesia, vale la pena echarle un vistazo. cath.ch, así como en hier-klingts-mir-gut.de y diemusikmeinerkirche.de.