Padres en el punto de mira: ¡formación contra la violencia para una vida familiar libre de violencia!
En Lüneburg se inicia una formación contra la violencia para hombres para ayudarles a cambiar patrones de comportamiento violentos y asumir responsabilidades.

Padres en el punto de mira: ¡formación contra la violencia para una vida familiar libre de violencia!
En Colonia existe desde hace tiempo un problema grave que se está abordando a través de diversas iniciativas: la violencia en las relaciones. Un ejemplo destacado de esto es la formación contra la violencia del centro especializado en adicciones y prevención de adicciones "drobs" de la Diakonie de Lüneburg. Esta formación está dirigida a hombres que quieran controlar sus arrebatos violentos contra sus parejas e hijos. El programa se aplica con éxito desde 2008 y está financiado por el Ministerio de Asuntos Sociales de Baja Sajonia. Se destinan anualmente 29.000 euros a once centros de formación para permitir una formación que incluya tanto un examen intensivo de situaciones violentas como el desarrollo de cursos de acción alternativos, según informa HNA.
El grupo suele estar formado por seis a ocho participantes que se reúnen semanalmente durante un período de 26 semanas. Los hombres provienen de una amplia gama de orígenes sociales y grupos de edad, desde los 20 años hasta los 60 años. Aportan a las reuniones experiencias personales de agresión y tratan temas como patrones de comunicación, modelos a seguir y gestión del estrés. La respuesta positiva de los participantes sobre los cambios en su comportamiento y vida familiar muestra que tales programas se necesitan con urgencia.
Diversos enfoques para la prevención de la violencia
Los enfoques para combatir la violencia doméstica son variados y cubren numerosos aspectos. Otro programa notable es “Contra Violencia Doméstica” (CHG), que está dirigido a personas que experimentan brotes de violencia en sus (anteriores) relaciones. El objetivo de este programa de capacitación social es romper el ciclo de violencia y ayudar a los participantes a asumir la responsabilidad de su comportamiento. El programa CHG forma parte del Grupo de Trabajo Federal sobre Agresores de Violencia Doméstica y está estructurado en una dinámica grupal que permite a los participantes trabajar en diversos módulos, que van desde planes de emergencia y estrategias de comunicación hasta aspectos biográficos, como Grantorino describe.
Con un tamaño de grupo de siete a doce adultos en grupos homogéneos en cuanto a género, el apoyo mutuo también es crucial. Los dos formadores que dirigen los grupos tienen formación pedagógica o psicológica básica. El programa tiene una duración de seis a doce meses y está diseñado para abordar de manera intensiva experiencias de violencia. Los costes se cubren mediante asignaciones de multas u otros modelos de financiación, y los participantes realizan una contribución en función de sus ingresos.
La responsabilidad es de los perpetradores.
Las medidas de prevención son esenciales para cambiar el comportamiento violento a largo plazo. Es importante proporcionar información adecuada sobre la violencia y crear conciencia. En Mujeres contra la violencia Se señala que la responsabilidad de la violencia siempre recae en los perpetradores y no en las víctimas. Una fuerte concienciación pública y la formación de profesionales son cruciales para detectar tempranamente los signos de violencia e intervenir eficazmente. Iniciativas como los centros de asesoramiento para mujeres y los números de emergencia brindan a las mujeres afectadas el apoyo que necesitan para liberarse de circunstancias violentas.
Todos estos programas y medidas ayudan a crear un entorno seguro para todos y crear conciencia sobre la violencia doméstica en la sociedad. En última instancia, se trata de un objetivo común: mostrar formas en que se puede prevenir la violencia y promover la cooperación respetuosa.