Peregrinos de la Esperanza: 357 creyentes viven una peregrinación inolvidable a Roma

Peregrinos de la Esperanza: 357 creyentes viven una peregrinación inolvidable a Roma

En octubre de 2025 tuvo lugar una conmovedora peregrinación a Roma que reunió a 357 peregrinos de la diócesis de Speyer. Con motivo del año santo bajo el lema “Peregrinos de la Esperanza”, el viaje fue un signo de fe y de comunidad. El grupo estuvo acompañado por el obispo Dr. Karl-Heinz Wiesemann, el obispo auxiliar Otto Georgens y el vicario general Markus Magin, quienes ofrecieron a los peregrinos apoyo espiritual e interesantes ideas.

El viaje a Roma fue tan variado como los propios peregrinos. Ya sea en avión, en autobús o incluso a pie por el Camino de San Francisco desde Asís, cada uno encontró su propio camino. La parte común de la peregrinación comenzó el 19 de octubre con el importante paso por la Puerta Santa de la Basílica de Letrán. Un momento conmovedor que reunió a los participantes y subrayó el contexto histórico del Año Santo.

Un programa inolvidable

Los peregrinos tuvieron la oportunidad de visitar la impresionante Basílica de Santa María la Mayor y vivir un momento de reflexión ante la tumba del Papa Francisco. La primera noche se celebró un festivo servicio de apertura en la iglesia de Santo Stefano Rotondo, acompañado por la música del coro de peregrinación bajo la dirección de Martin Erhard.

El segundo día llevó al grupo a través de la historia de la ciudad, comenzando en la venerable Basílica de San Pedro, por donde se volvió a atravesar la Puerta Santa. En un impresionante sermón, el Vicario General Magin habló sobre la fe y el simbolismo del altar de la catedral. Después de una mañana inspiradora, los peregrinos pudieron disfrutar de varios recorridos temáticos por la ciudad, desde recorridos para principiantes hasta exploraciones de distritos encantadores como Trastevere y el Centro Histórico, que no están en el programa turístico clásico.

Destacados y encuentros

El tercer día estuvo marcado por un servicio en la Basílica de San Pablo Extramuros, seguido de una devoción musical en S. Maria dell’Anima. Llena de emociones y experiencias, el punto culminante de la peregrinación fue la audiencia general con el Papa León XIV en la Plaza de San Pedro, donde se reunieron más de 60.000 creyentes. Mons. Wiesemann y otros participantes también tuvieron la oportunidad de conocer personalmente al Papa y compartir sus experiencias.

La peregrinación también fue un éxito total para los peregrinos de la archidiócesis de Hamburgo, que al mismo tiempo emprendieron un viaje similar. Las plazas se llenaron en unas pocas semanas y rápidamente aumentaron las oportunidades de participación para sus fans. Participaron más de 100 adolescentes y adultos jóvenes, integrados en un programa diverso con exploraciones de la ciudad y una procesión de luces. Un libro de peregrinación con oraciones y cantos acompañó a los grupos y creó un marco espiritual adicional para el viaje. Lo más destacado fue la Santa Misa con el arzobispo Stefan Heße y el nuevo cruce de la Puerta Santa antes de la audiencia con el Papa León XIV. Muchos viajeros también aprovecharon la oportunidad para explorar por su cuenta y se unieron al programa conjunto.

Un detalle impresionante de esta peregrinación es la visita al Campo Santo Teutonico, el cementerio alemán en el Vaticano, donde también existe la oportunidad de participar en un servicio religioso. Además del desayuno en el hotel, también estaban en el programa otras iglesias importantes, como la iglesia principal de San Juan de Letrán. Tampoco podía faltar S. Lorenzo fuori le mura, destino de la peregrinación de las siete iglesias. Aquí descansan los huesos de los santos Lorenzo y Esteban, que cobran vida en los recorridos locales a través de frescos del siglo XIII.

La conclusión de la peregrinación tuvo lugar en la iglesia de S. Andrea della Valle. Mons. Wiesemann se expresó luego muy positivamente sobre la experiencia de los peregrinos: "Fuimos recompensados ​​abundantemente y experimentamos una nueva esperanza en la fe". Esta peregrinación no fue sólo una experiencia espiritual, sino también una oportunidad para el intercambio cultural y la experiencia compartida.