Niños deportados a St. Peter-Ording: hacer visibles los traumas del pasado
Recordando la deportación de niños: St. Peter-Ording destaca las experiencias de 325.000 niños entre 1945 y 1990.

Niños deportados a St. Peter-Ording: hacer visibles los traumas del pasado
En St. Peter-Ording se está dando un paso importante para afrontar la dolorosa historia de los niños expulsados. Hoy en día hay alrededor de 325.000 niños que fueron enviados a más de 40 sanatorios infantiles entre 1945 y 1990, principalmente con fines de “crianza”, ya que NDR informa. Según las estimaciones, el número de niños enviados a Alemania asciende a entre 6 y 8 millones. Se esperaba que estos niños pasaran entre tres y seis semanas en instalaciones especiales mientras sus padres no estuvieran presentes. Sin embargo, para muchos la realidad se caracterizó a menudo por la coerción y el aislamiento, como lo demuestran los informes de los afectados.
La mesa redonda, que se inició en septiembre de 2024 por iniciativa del grupo local “Schickungskinder SPO”, tiene como objetivo visibilizar las experiencias, a menudo dolorosas, de estos niños. Estos incluyen informes de violencia, alimentación forzada y humillación mental. Claudia Johansson, una de las niñas expulsadas, y otros participantes discuten, bajo la dirección de expertos como el Dr. Helge-Fabien Hertz, los destinos y desafíos individuales. En la mesa se encuentran antiguos niños del balneario, residentes y representantes de la comunidad y del estado federado de Schleswig-Holstein.
Las experiencias de los niños que fueron deportados
Muchos de los niños en estos hogares sufrieron abuso físico y emocional. Como explica el informe NDR, los informes sobre estas experiencias son alarmantes. La alimentación forzada y los períodos estrictos de descanso a menudo se justificaban como medidas educativas, pero ahora estas prácticas se consideran cada vez más formas de violencia psicológica. Un estudio de la Christian-Albrechts-Universität zu Kiel analiza en profundidad y arroja luz sobre esta época oscura. Los historiadores han revelado que los castigos corporales y las medidas punitivas se han considerado durante mucho tiempo métodos normales de educación.
También se han documentado otros hechos horribles, incluido el uso de sedantes, a menudo sin el conocimiento de los padres. Muchos niños en los hogares fueron tratados con medicamentos para frenar su inquietud, lo que representa otro aspecto del abuso. Sylvia Wagner, farmacéutica, documenta estas prácticas y los riesgos asociados. El uso de medicamentos es un ejemplo del repugnante desprecio por los derechos de los niños.
Una reevaluación saludable
La mesa redonda no sólo debate los capítulos oscuros, sino que también pretende elaborar una declaración conjunta. Después de cuatro sesiones, está prevista una exposición permanente en el Museo del Paisaje de Eiderstedt para hacer visible este tema para las generaciones futuras. Acompañados de un fuerte deseo de ser escuchados en la sociedad, los afectados exigen un proceso integral que vaya más allá de los maltratos pasados.
Lamentablemente, muchos de los afectados se sienten decepcionados por la política. Sin embargo, existe la esperanza de que el proyecto pueda servir como modelo para que otros lugares arrojen luz sobre el destino individual de los niños que han sido deportados. Históricamente, este es un paso necesario para darles a los niños deportados el reconocimiento que tanto necesitan.
El camino hacia la justicia es difícil, pero con cada historia que se cuenta, crece la esperanza de una mejor comprensión y un futuro protegido para las generaciones futuras. Depende de todos nosotros escuchar a este grupo de niños a menudo olvidado y no ignorar sus historias.