Check Large Frankfurt: Policía de la ciudad y Ordnungsamt en acción

Check Large Frankfurt: Policía de la ciudad y Ordnungsamt en acción

El viernes por la noche, un control masivo se lanzó en Frankfurt-Sachsenhausen, que reunió a la policía de la ciudad, funcionarios de aduanas y representantes de la supervisión comercial. Alrededor de 30 servicios de emergencia se reunieron en la entrada principal del Frankfurt Ordnungsamt, listos para poner a prueba una variedad de restaurantes. Sobre todo, la oficina reguladora estaba preocupada por las recientes quejas del vecindario, que se dirigían contra el ruido excesivo frente a muchos bares. La Oficina Reguladora, representada por Michael Jenisch, señaló que los lugares exactos de control se mantuvieron en secreto para evitar que los operadores actuaran a tiempo.

"Si eso se está moviendo, siempre es malo. Entonces, de repente, todo está bien cuando venimos", explicó Jenisch. Por lo tanto, era esencial realizar controles de forma anónima para darse cuenta de las quejas. La ciudad de Frankfurt realiza regularmente tales medidas. "Tales grandes cheques tienen lugar tres veces al año", dijo Annette Rinn, la cabeza de la cabeza.

La realidad en la gastronomía

Las operaciones no solo son rutinarias, sino también una reacción a los descubrimientos que se han realizado en el pasado. Stefan von Wangenheim, portavoz de la prensa del departamento, enfatizó: "No crees lo que hemos encontrado en los últimos años". Un ejemplo fue el hallazgo de atún de cuatro kilogramos en una cocina que estaba en una condición cuestionable. "Aquí te preguntas qué está haciendo el operador con él", dijo Von Wangenheim Sarcastic.

Los funcionarios se dirigieron a Alt-Sachsenhausen en columnas de la ciudad. Una vez allí, los examinadores se separaron en equipos para revisar diferentes restaurantes al mismo tiempo. Una de las primeras direcciones fue un shishabar, donde los oficiales inspeccionaron las tarjetas de identificación para garantizar que se cumpliera la ley de protección juvenil. Todo parecía estar en orden en este bar: todos los presentes eran de edad legal y el inspector de alimentos fue positivo sobre las condiciones generales.

Pero un oficial de aduanas descubrió que el operador había ofrecido tabaco en paquetes abiertos, lo que podría violar la pequeña compulsión de empaque. "En un bar, los cigarrillos no deben venderse individualmente", dijo el policía de la ciudad Gransow. Además, el operador no había cumplido con los requisitos oficiales con respecto a los detectores de monóxido de carbono.

La búsqueda de defectos continuó con los funcionarios en Frankensteiner Straße, donde la situación en otro bar dio como resultado consecuencias más graves. Aquí, se encontraron graves deficiencias de higiene, como máquinas de hielo frotadas y paredes sucias. El inspector de alimentos Klein no estaba satisfecho con la condición de la cocina. "El gabinete de hielo está completamente insinuado", dijo Klein y obligó a que la compañía se cerrará inmediatamente hasta que se remedien todos los defectos.

La asignación duró un total de tres horas y reveló numerosas violaciones: se sellaron varias máquinas tragamonedas y se encontraron estadías ilegales. En un restaurante, los funcionarios descubrieron que se ofrecía cerveza de alto precio en el menú, pero se gastaba una cerveza mucho más barata. Estos hallazgos no solo ilustran la necesidad de tales controles, sino que también arrojan una luz en el lado oscuro del catering en Frankfurt.

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