El legado del Brezel Adam: recuerdos de una familia kaiserslauterna

El legado del Brezel Adam: recuerdos de una familia kaiserslauterna

En la ciudad de Kaiserslautern hay una conexión especial con el pasado que muchos ciudadanos se encuentran con una sonrisa. En el corazón del centro de la ciudad se encuentra la pequeña escultura de bronce del Brezel Adam, que recuerda al popular vendedor de pretzel Adam Schmadel. Su ser amistoso y sus incansables esfuerzos por deliciosos pretzels lo convirtieron en una leyenda local de 1919 a 1969 en Kaiserslautern.

El significado del pretzel en el Lautrer Kultur

El pretzel no solo tiene un lugar especial en la oferta culinaria de Kaiserslautern, sino que también simboliza las tradiciones y la comunidad familiares. Monika Martins, la nieta de Adam Schmadel, y su hija Silvana Martins mantienen esta tradición en su vida cotidiana. "Cuando vamos a la ciudad, siempre compramos pretzels. Son parte de eso", dice Silvana Martins. Esta pequeña acción no solo es un placer, sino también un homenaje a su gran abuelo.

Brezel-Adam: una imagen de los días pasados

La imagen de la memoria, que Monika Martins muestra desde el Archivo de la Ciudad, deja que la vista de otro tiempo deambule: un sonriente Adam Schmadel tiene un pretzel fresco en una mano, mientras que su canasta tiene muchas otras manjares. Este paisaje transmite el estilo de vida en ese momento y la conexión íntima entre los ciudadanos con este amigable vendedor.

El patrimonio cultural de la venta de Brezel

Adam Schmadel no solo ganó su dinero en la esquina de la calle, sino que también fue un vendedor regularmente visto en restaurantes y 1. FC Kaiserslautern. Su contribución a la cultura local fue inmensa, y muchos ciudadanos mayores pueden recordar vívidamente al Brezel Adán. "Sobre todo, siempre fue amigable, y todos lo conocían. Siempre les daba a los niños pretzels", dice Monika Martins y, por lo tanto, ilustra el encanto que exudaba.

La estatua como un lugar de conmemoración

En lugar de una tumba que ya no existe hoy, la escultura de Brezel-Adam juega un papel especial. Silvana y Monika Martins visitan regularmente la estatua, que es como un reemplazo para el cementerio para ellos. "También sería un tema que vas, lo miras o tomas una foto", explica Silvana Martins. De esta manera, el recuerdo de su gran grano permanece vivo y ancló las raíces familiares en la ciudad.

Resistencia al escepticismo

Cuando Silvana Martins debería escribir un ensayo sobre un monumento en la escuela, la elección cayó sobre Brezel-Adam. Pero no solo la alegría estaba en el aire: tuvo que convencer a su maestra de que Adam Schmadel era su gran grano. "Solo después de traer una foto de él, él me creyó", recuerda Silvana. Esta anécdota muestra el ancho de la conciencia de su abuelo e ilustra cuán profundas se encuentran sus raíces en la comunidad.

un legado, que permanece

Brezel-Adam murió en 1969; Su escultura se creó en 1977 y aún se asegura de que su memoria viva en los corazones del Lauterer. Para Monika y Silvana Martins, la estatua es más que un monumento: representa una era entera en la que la cara amigable de Adam Schmadel era parte de la vida de la ciudad. "El amor por los pretzels está en la familia", dice Silvana, simbolizando cuán importante es la tradición de la venta de pretzel para la identidad de la ciudad y sus residentes.

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