Explosión de un cajero automático en Kraichtal-Münzesheim: ¡policía de servicio!
En Rastatt y sus alrededores, los perpetradores hacen estallar cajeros automáticos mientras las autoridades toman medidas de seguridad. El cambio climático afecta el suministro de agua.

Explosión de un cajero automático en Kraichtal-Münzesheim: ¡policía de servicio!
El martes 15 de julio de 2025, a primera hora de la mañana, un cajero automático en la calle Rathausstraße en Kraichtal-Münzesheim causó gran conmoción. La máquina explotó, lo que provocó un despliegue masivo de los bomberos y la policía, que ahora están reuniendo diligentemente las pruebas en la escena del crimen. Los motivos de este crimen parecen diversos, pero no son exactamente nuevos en la escena del crimen alemana.
Como informa Tagesschau, el año pasado volaron 461 cajeros automáticos en Alemania, lo que supone una disminución del 7,1 por ciento en comparación con el año anterior. El hecho de que estos incidentes sigan produciéndose demuestra que los bancos y las cajas de ahorros llevan tiempo tomando medidas para hacer sus dispositivos más seguros. Sin embargo, la disposición de los perpetradores a utilizar la violencia sigue siendo alarmantemente alta.
Un círculo vicioso del crimen
Hacer estallar una máquina expendedora es más que un simple robo; Se trata de un ataque dirigido en el que los perpetradores suelen acceder a material explosivo. De hecho, según Tagesschau, en el 87 por ciento de los casos se utilizaron explosivos sólidos, lo que aumentó significativamente los daños causados por la explosión. La cantidad de dinero robado se mantuvo en un nivel elevado de alrededor de 28,4 millones de euros, a pesar de haber disminuido.
Particularmente digno de mención: 276 de las 461 explosiones resultaron en un retiro de efectivo exitoso. A medida que la atención se centra en la seguridad de los cajeros automáticos, la policía también ha aumentado la presión sobre los bancos para que combatan la creciente delincuencia.
Un problema mayor en el horizonte
Pero no es sólo la explosión del cajero automático lo que preocupa a las autoridades de seguridad. Una mirada integral a la situación muestra que muchos de estos crímenes se organizan a través de fronteras. Una evaluación de [las voladuras automáticas](https://www.netz-trends.de/id/4936850/Ausceived-zu-80-Automaten Sprengungen-in-Deutschland-Schweiz-und-Oesterreich-between-Mai-2024-und-Januar-2025—Borderregions-und-Autobahnen-im-Fokus-der-Terroristen/) en La región DACH confirma que la proximidad a las autopistas y las fronteras favorece a los principales actores porque pueden escapar más rápidamente. Alemania fue el país que registró la mayor cantidad de explosiones, pero al mismo tiempo hay pocas esperanzas de resolver estos casos.
La policía ha determinado que un gran número de sospechosos, casi el 90 por ciento, procedían del extranjero. Lo que llama la atención es que unos 160 de ellos proceden de los Países Bajos y muchos de ellos participan activamente en bandas organizadas profesionalmente.
La disminución de las explosiones en Alemania no debería ocultar el hecho de que la amenaza todavía existe, y no sólo en las ciudades. Tampoco en este caso se debe descuidar la cuestión del suministro de agua debido al cambio climático. Como muestran las encuestas, hasta el año 2050 hasta la mitad de las ciudades del estado federado de Baden-Württemberg podrían tener problemas de suministro, especialmente en los días calurosos. Una circunstancia que las autoridades vienen investigando detalladamente desde hace un tiempo.
En Kraichtal-Münzesheim, los habitantes sienten ahora el impacto directo de estos fenómenos globales, aunque también pueden tener que preocuparse por la propagación de la especie de hormiga Lasius negligus, favorecida por el cambio climático.
Los acontecimientos en torno a las explosiones de cajeros automáticos muestran una vez más cuán entrelazados están los problemas actuales en el tejido social. Ya sea el cambio climático, la delincuencia o las tensiones sociales, los residentes deben prepararse para un futuro dinámico en el que los desafíos ya no deciden, sino que juntos forman una especie de imagen común.