¿Personas mentalmente enfermas o peligrosas? ¡Debate sobre el registro de nuevos infractores!

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El 14 de junio de 2025, expertos y políticos debatirán sobre la estigmatización de los enfermos mentales y sugerencias para prevenir actos de violencia.

Am 14.06.2025 diskutieren Experten und Politiker über Stigmatisierung psychisch Kranker und Vorschläge zur Prävention von Gewalttaten.
El 14 de junio de 2025, expertos y políticos debatirán sobre la estigmatización de los enfermos mentales y sugerencias para prevenir actos de violencia.

¿Personas mentalmente enfermas o peligrosas? ¡Debate sobre el registro de nuevos infractores!

En las últimas semanas, el tema de los crímenes violentos cometidos por personas con enfermedades mentales ha vuelto a ocupar un lugar central. A medida que aumentan los titulares, los políticos exigen un registro de delincuentes con enfermedades mentales. El secretario general de la CDU, Carsten Linnemann, considera necesario un registro de este tipo para mejorar la cooperación entre las autoridades de seguridad, los hospitales psiquiátricos y los psicoterapeutas. tagesschau.de informó.

Pero no todo el mundo está convencido de esta propuesta. Los expertos advierten sobre los problemas legales y éticos que conllevaría un registro. Daniel Ehmke, director médico, critica la estigmatización de los enfermos mentales y señala que la mayoría de las personas con enfermedades mentales no suponen un riesgo para los demás. Andrea Benecke, presidente de la Cámara Federal de Psicoterapeutas, califica la iniciativa de la CDU de atrasada y se centra en la prevención y el tratamiento en lugar del registro. La estigmatización mencionada dificulta que muchas personas afectadas busquen ayuda, lo que aumenta el riesgo de que la enfermedad se vuelva crónica.

La conexión entre la enfermedad mental y la violencia

A menudo se da por sentada la conexión entre los trastornos mentales y el comportamiento violento. Pero el Dr. Martin Retenberger, psicólogo jurídico, deja claro que esta idea es insostenible. Las estimaciones muestran que entre el 15% y el 20% de las personas en todo el mundo sufren un trastorno depresivo clínicamente relevante en algún momento de su vida, aunque la probabilidad de que se produzcan actos graves de violencia sigue siendo baja. En 2012 se registraron en Alemania menos de 300 casos de homicidio intencional, lo que pone en entredicho la teoría de que la enfermedad mental conduce inevitablemente a la violencia. dgps.de.

El problema es particularmente evidente en el contexto de los llamados pacientes de alto riesgo. No sólo necesitan tratamiento, sino también apoyo externo y una conexión social terapéutica. Los centros de prevención existentes en varios estados federales tienen como objetivo ayudar a prevenir actos de violencia; Hamburgo, por ejemplo, está planificando una instalación de este tipo. Sin embargo, la implementación de estas medidas se ve obstaculizada por obstáculos organizativos, legales y financieros.

El papel de la estigmatización

Un problema central en el debate sobre las enfermedades mentales sigue siendo la estigmatización, que a menudo supone una gran presión para los afectados y sus familiares. La vergüenza y el miedo impiden que muchas personas busquen tratamiento. Esta “segunda enfermedad”, como se la suele denominar, hace que los afectados se sientan excluidos e incapaces de participar en pie de igualdad en la vida social. Iniciativas como Mental Health Action Alliance apuestan por desestigmatizar las enfermedades mentales y organizan una semana de acción anual sobre este tema aerzteblatt.de enfatizó.

Además, la Comisión Lancet para acabar con el estigma y la discriminación en la salud mental recomienda estrategias basadas en evidencia para reducir el estigma y aboga por un mejor contacto entre los afectados y los no afectados. Pide a los gobiernos que implementen políticas claras para desestigmatizar y despenalizar el suicidio. Los establecimientos de salud también deben estar capacitados para satisfacer las necesidades de los enfermos mentales.

El debate actual en torno a las enfermedades mentales y la violencia muestra lo importante que es comprender las complejas conexiones y, al mismo tiempo, cambiar la imagen de los enfermos mentales en la sociedad. La prevención, la solidaridad y la atención abierta podrían ser pasos decisivos en la dirección correcta.