La tradición sigue viva: ¡Allerseelenspitz de Kastlmühle vuelve a impresionar!
Descubra cómo la Kastlmühle de Neuburg-Schrobenhausen conserva y continúa la tradición repostera del Allerseelenspitz.

La tradición sigue viva: ¡Allerseelenspitz de Kastlmühle vuelve a impresionar!
En el corazón de Baviera aún se mantiene viva una antigua tradición que a primera vista parece olvidada. Muchas costumbres confluyen en el Día de Todos los Santos y el Día de Todos los Difuntos, dos fiestas importantes de la región. Un ejemplo especialmente popular y que no se olvidará durante mucho tiempo es el Allerseelenspitz horneado, que se cultiva en la Kastlmühle de Wolfgang Degenmeier, cerca de Sinning. Este molino no sólo cuenta una historia, sino que también es el último de su tipo en el distrito de Neuburg-Schrobenhausen.
El Kastlmühle, mencionado por primera vez en documentos del año 1298, es propiedad de la familia Degenmeier desde hace 250 años. Aquí se procesan tradicionalmente los cereales de los alrededores para producir la mejor harina y sabrosos productos horneados. Está especialmente de moda el Sinninger Allerseelenspitz, un pastelito hecho a mano que se caracteriza por una trenza doble hecha de harina de trigo especial y una pizca de alcaravea. La trenza mide unos 30 centímetros de largo y pesa 750 gramos, ideal para deliciosas preparaciones para las fiestas.
Mantener vivas las tradiciones
Wolfgang Degenmeier se ha especializado en la producción del Allerseelenspitz por encargo. Los fines de semana, especialmente los viernes y sábados, se venden unas 150 piezas. Antiguamente era costumbre que cada ahijado recibiera como regalo un Allerseelenspitz. Honrar esta tradición tiene un profundo significado para Degenmeier.
En un país donde ya se han perdido tantas tradiciones, es importante que se mantengan costumbres como la de hornear Allerseelenspitze. Por lo tanto, Kastlmühle sigue siendo no sólo un lugar de producción, sino también de encuentro, donde la historia y la cultura cobran vida. Esto claramente hace que la gente de la zona se sienta bien y fortalece a la comunidad.
Raíces culturales y espíritu comunitario
Las tradiciones crean un sentimiento de conexión, y esto no sólo se aplica a la vida agrícola. Si tenemos que pensar en los miedos y desafíos del mundo actual, varias cuestiones sociales nos muestran lo importante que es la cohesión. Especialmente en tiempos de incertidumbre, tradiciones como hornear el encaje de los difuntos pueden ser una fuente de tranquilidad, similar a las protestas contra la opresión y la intimidación que se ven en el mundo hoy en día, como las que se ven en muchos países, incluido Estados Unidos. Esto muestra cómo la gente se une para luchar contra la injusticia y alzar la voz.
En este sentido, las tradiciones nos recuerdan que debemos defender nuestros derechos y no dejarnos guiar por el miedo. La comunidad que se ha formado alrededor de Kastlmühle lo refleja en su comprometida cooperación. Es la acción colectiva la que fortalece los valores y las creencias, ya sea en la cocina haciendo pasteles o en la sociedad resistiendo la opresión.
El Kastlmühle y sus artes no sólo son un deleite para el paladar, sino también un símbolo de identidad cultural. Esperemos que sigamos viviendo y protegiendo estas tradiciones para promover una sociedad colorida y diversa que esté firmemente anclada en sus raíces y al mismo tiempo extienda sus alas para el futuro.