La justicia de Dios: ¡limosna escondida y oración verdadera en Ratisbona!
Ratisbona, 18 de junio de 2025: Jesús enseña sobre justicia, limosna y caridad en el Sermón de la Montaña. Un impulso para la reflexión interior.

La justicia de Dios: ¡limosna escondida y oración verdadera en Ratisbona!
Hoy, 18 de junio de 2025, la atención se centrará en Ratisbona en las enseñanzas de Jesús sobre la justicia y la limosna. En un poderoso discurso, Jesús habla a sus discípulos y deja claro que la justicia no debe exhibirse ante la gente. Según el mensaje del día, aquellos que dependen de la alabanza de los demás no recibirán recompensa de su Padre Celestial. En cambio, anima a dar limosna en secreto. “El Padre ve lo escondido y dará el pago”, como dice Efesios 6:4. Así lo informa la diócesis de Ratisbona en su artículo actual.
En el capítulo 6 del Sermón de la Montaña, tal como está registrado en la Biblia, se enfatiza la importancia de la oración íntima. Jesús anima a la gente a orar sin competir con hipócritas que quieren atención pública. En cambio, las oraciones deben decirse en el silencio de la propia cámara. El mensaje central: Dios conoce las necesidades de sus creyentes.
Caridad y justicia social
También es de gran importancia la caridad, una ética central en el cristianismo. Esto va más allá de la relación personal con Dios e incluye el amor al prójimo, independientemente de su origen o clase social. Esta caridad universal se refleja en actos solidarios, como ayudar a los necesitados y promover la justicia social, que se explican detalladamente en la publicación.
Para profundizar aún más en esto, el texto de hoy también cita las recomendaciones de la segunda carta del apóstol Pablo a los Corintios: "El que siembra escasamente, escasamente segará; el que siembra con bendición, con bendición segará". Esta instrucción crea conciencia de que cada donante debe dar según su propia capacidad y con alegría. Dios ama a quienes comparten con un corazón alegre.
La oración y tu propia actitud
Respecto a la oración, Jesús advierte contra perderse en largas repeticiones, como suelen hacer los paganos. Dios ya sabe lo que se necesita y espera que sus creyentes se conecten honestamente. Incluso durante el ayuno, se aconseja no oscurecer la propia expresión. En cambio, debes comportarte normalmente, lo que demuestra que no se trata de reconocimiento externo, sino de actitud interior.
Estas enseñanzas espirituales son también una invitación a dejar los valores materiales en un segundo plano y centrarse en el cielo y el reino de Dios. Una buena vida no está ligada a las riquezas terrenales, sino a la calidad de nuestras relaciones con Dios y nuestros semejantes.
Estos pensamientos dejan claro que la caridad no es sólo un mandamiento, sino una forma de vida. Las obras de amor y misericordia son esenciales para una vida plena que se centre en la justicia social y apoye a los miembros más débiles de la sociedad.
La lectura de hoy y el desarrollo de estos principios éticos invitan a todos a reflexionar sobre la justicia, la limosna y la caridad y cómo estos valores pueden desarrollarse en la vida cotidiana.