¡Los enólogos aficionados de Selb crean un vino único en Fichtelgebirge!

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Descubra en Wunsiedel el mundo de los enólogos aficionados que elaboran vinos excepcionales de Fichtelgebirge.

Entdecken Sie die Welt der Hobby-Winzer in Wunsiedel, die außergewöhnliche Weine aus dem Fichtelgebirge keltern.
Descubra en Wunsiedel el mundo de los enólogos aficionados que elaboran vinos excepcionales de Fichtelgebirge.

¡Los enólogos aficionados de Selb crean un vino único en Fichtelgebirge!

Cinco apasionados enólogos aficionados de Heidelheim, en Fichtelgebirge, han asumido el desafío no sólo de elaborar su propio vino, sino también de cambiar el rostro de la viticultura en una región donde rara vez se espera algo así. Erwin Badmüller y sus amigos cultivan aquí más de 100 vides y crean un vino de la región muy especial. La viticultura en Fichtelgebirge se considera inusual, pero es precisamente esta diversidad la que la hace apasionante. Informes Frankenpost.

Pero, ¿cómo consiguen los viticultores aficionados garantizar la calidad de sus uvas? El cuidado del viñedo es crucial. Esto también incluye la poda de invierno, que los viticultores realizan entre enero y febrero. Es importante cortar los brotes leñosos de verano a excepción de uno o dos bastones. Este paso no sólo sirve para limitar los rendimientos, sino también para aumentar la calidad de las uvas, un aspecto que nunca debe descuidarse en la viticultura. vinoalma firmemente.

Temporadas en viticultura

En marzo y abril se abren los brotes y los enólogos son llamados a arar los viñedos. Aquí se utilizan a menudo tractores y, en zonas de difícil acceso, también se utilizan caballos o mulas. Mientras tanto, se tiene cuidado para que las vides se desarrollen de forma óptima. Cuando llega el momento adecuado para nuevas plantaciones, esto suele suceder y contribuye al futuro de la viticultura.

Los meses de mayo y junio se caracterizan por el desarrollo floral. Especialmente en esta época, los enólogos deben prestar atención al clima, ya que las condiciones húmedas pueden favorecer el moho. Para contrarrestar esto, utilizan rosales como sistema de alerta temprana en el borde de sus viñedos. Esta armoniosa simbiosis entre naturaleza y viticultura es evidente en cada paso que dan los viticultores para promocionar de forma óptima sus uvas.

El pico de la cosecha

La vendimia, el punto culminante de la campaña vinícola, finalmente tiene lugar en septiembre y octubre. Los enólogos deben actuar rápidamente para llevar las uvas a la bodega intactas y evitar la oxidación. Para una cosecha exitosa es importante determinar con precisión el momento óptimo de cosecha, un fino instinto que los enólogos de Heidelheim han desarrollado a lo largo de sus muchos años de experiencia.

En un año con condiciones climáticas óptimas, las primeras uvas se pueden recolectar ya en agosto, mientras que en otras regiones la cosecha suele durar hasta noviembre, especialmente en el caso de las uvas nobles podridas que se necesitan para los vinos de hielo. Luego, el invierno trae paz a los viñedos antes de que, en el nuevo año, los viticultores vuelvan a tomar la pala y comiencen a podar.

Esto demuestra que el trabajo en los viñedos es un ciclo continuo que requiere mucha dedicación y conocimiento. Y aunque la viticultura en Fichtelgebirge representa un desafío inusual, Erwin Badmüller y su equipo han descubierto los bellos lados de este hobby artesanal. Así es como el vino y la pasión que hay detrás de él siguen vivos en esta región.