Conmoción en Oestrich-Winkel: ¡Roban todos los carteles de la ciudad de la noche a la mañana!
En Oestrich-Winkel fueron robados todos los carteles municipales. El alcalde Sinß habla de un delito, los costes de sustitución son elevados.

Conmoción en Oestrich-Winkel: ¡Roban todos los carteles de la ciudad de la noche a la mañana!
En Oestrich-Winkel, la comunidad vitivinícola más grande de Hesse, ha ocurrido un incidente extraño: los diez carteles municipales en las entradas a los distritos de Oestrich, Mittelheim, Winkel y Hallgarten han desaparecido misteriosamente. Alto FAZ Este robo probablemente ocurrió durante tres noches entre el martes y el jueves. Las autoridades locales están alarmadas y el alcalde Carsten Sinß (SPD) califica el acto como un delito que supondrá una importante carga financiera para la comunidad.
Los costes de reposición de los carteles robados ascienden a una cantidad de cinco cifras, que deben cubrirse con ingresos fiscales. Esto no sólo crea presión financiera, sino que también plantea dudas sobre la seguridad de la comunidad. La Oficina de Orden Público ya ha lanzado un llamamiento a los ciudadanos para que informen sobre posibles observaciones de los robos para poder localizar a los autores.
Un problema recurrente
En los últimos años se han registrado incidentes similares en otros municipios. A menudo se ven afectadas ciudades con nombres extraños o divertidos, así como lugares donde se celebran eventos especiales como festivales. Por ejemplo, el año pasado se produjo un caso similar en Altentreptow, en la zona de los lagos de Mecklenburg, donde casi todos los carteles de la ciudad fueron robados de la noche a la mañana.
Según el ADAC, en Alemania es necesario sustituir cada año alrededor de 1,6 millones de señales de tráfico. Esto suele ocurrir debido a la intemperie o a daños, pero este tipo de robos también son un problema creciente.
Esta situación demuestra lo importante que es un buen sentimiento de seguridad entre la población. El robo de los signos no sólo tiene efectos prácticos sino también simbólicos en el sentido de comunidad. Por ello, Oestrich-Winkel seguirá confiando en la ayuda de sus ciudadanos para evitar este tipo de incidentes.
La situación está provocando debates en la comunidad y planteando preguntas sobre la situación de seguridad. Queda por ver si las autoridades podrán identificar a los autores y si los carteles volverán pronto a su antiguo lugar.