Una maldición mágica: ¡Zaw Shine Htet celebra el inicio del rodaje en Yangon!

Transparenz: Redaktionell erstellt und geprüft.
Veröffentlicht am

El 14 de septiembre de 2025 se celebró la ceremonia de inauguración de la película “Achit Kyainsar” en la Pagoda Kyaikkasan de Yangon. El actor principal Zaw Shine Htet expresó su entusiasmo por su primer papel.

Am 14. September 2025 fand die Eröffnungszeremonie des Films „Achit Kyainsar“ in der Kyaikkasan Pagoda in Yangon statt. Hauptdarsteller Zaw Shine Htet äußerte seine Vorfreude auf seine erste Rolle.
El 14 de septiembre de 2025 se celebró la ceremonia de inauguración de la película “Achit Kyainsar” en la Pagoda Kyaikkasan de Yangon. El actor principal Zaw Shine Htet expresó su entusiasmo por su primer papel.

Una maldición mágica: ¡Zaw Shine Htet celebra el inicio del rodaje en Yangon!

La ceremonia de inauguración de la película “Achit Kyainsar” (La maldición del amor) tuvo lugar el 14 de septiembre de 2025. El lugar de este evento festivo fue la Pagoda Kyaikkasan en el municipio de Thingangyun, región de Yangon. Zaw Shine Htet, el actor principal, estaba encantado con su primer papel protagonista. Hizo hincapié en la conexión emocional con la historia y la línea central de la maldición: "Porque te amo demasiado, que seamos separados en cada vida venidera". Además de Zaw Shine Htet, el elenco también incluye a May Thu Htun, quien escribió el guión, y al director Min Sanay, que trabaja para Verden Production.

El estreno llega en un momento crítico para la industria cinematográfica de Myanmar, que se encuentra bajo la presión de un gobierno militar cada vez más represivo. Como resultado de estos acontecimientos, se modificó la Ley Cinematográfica del país, aumentando las penas máximas de prisión por distribuir o proyectar películas sin autorización hasta tres años. Anteriormente, las penas incluían un año de prisión y una multa de 100.000 kyats (unos 50 dólares). Este aumento de hasta 2 millones de kyats (unos 950 dólares estadounidenses) muestra la creciente gravedad de la represión contra los creativos en Myanmar, que está llevando a muchos productores cinematográficos a huir porque ven el entorno cambiante como una amenaza. Otras restricciones y directrices poco claras promueven un clima de autocensura en la industria.

Los desafíos del negocio cinematográfico

Como informa la plataforma RFA, la junta militar ha aumentado la presión sobre los cineastas para que controlen la narrativa y sofoquen cualquier resistencia mediante nuevas regulaciones. Muchos cineastas conocidos, como Na Gyi, que tiene una política de "cero implicación, cero compromiso" con el gobierno militar, han abandonado el país para dedicarse a su arte independientemente del control represivo. Na Gyi criticó duramente a la junta, describiéndola como una “banda de asesinos”. En su ausencia, completó varios proyectos en una ciudad fronteriza tailandesa que hubieran sido imposibles en Myanmar.

Estas medidas represivas no sólo han dificultado las condiciones de producción en Myanmar, sino también la capacidad de obtener reconocimiento internacional. La práctica de la aprobación de películas dependientes mantiene la imagen de las películas de Myanmar en el extranjero y garantiza que sólo unas pocas producciones entren en el escenario internacional.

Creatividad en el exilio

A pesar de las circunstancias adversas, la escena cinematográfica independiente en Myanmar sigue prosperando y aborda cuestiones políticas y sociales. Na Gyi y su equipo han apoyado a unos 100 artistas que viven en el exilio en un lugar al que han llamado Refugio de Artistas. Según ella, la nueva legislación ejercerá aún más presión sobre la industria cinematográfica, lo que podría provocar una disminución de las narrativas auténticas. Es posible que los cineastas deban mantenerse alejados de temas delicados para escapar de los estrictos requisitos de la censura.

En medio de estos desafíos, la librería Maple en Yangon fue cerrada por supuestamente publicar libros obscenos. Esto encaja en la estrategia general del gobierno militar, con más de 30 publicaciones y medios de comunicación prohibidos desde el golpe para mantener el control sobre el flujo de información en el país.

Con el estreno de “Achit Kyainsar”, queda claro cuán importante es el cine en Myanmar, no sólo como forma de arte sino también como herramienta para contar historias que desafían las tendencias políticas actuales. A pesar de todas las adversidades, muchos esperan que la situación mejore pronto y pueda surgir un espacio más seguro para la expresión artística. La pasión por el arte cinematográfico persiste y la conexión con Myanmar permanece intacta.