El Papa León XIV llama a la paz: ¡un llamado a la humanidad!

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El 14 de junio de 2025, el Papa León XIV llamó a la paz en el contexto de su encíclica sobre el orden divino y los derechos humanos.

Am 14.06.2025 wurde Papst Leo XIV. zum Frieden aufgerufen, im Kontext seiner Enzyklika über göttliche Ordnung und Menschenrechte.
El 14 de junio de 2025, el Papa León XIV llamó a la paz en el contexto de su encíclica sobre el orden divino y los derechos humanos.

El Papa León XIV llama a la paz: ¡un llamado a la humanidad!

Actualmente se está discutiendo en Colonia la próxima elección del nuevo Papa León XIV. El nuevo Papa ya hizo un llamado urgente a la paz en su primer discurso, en relación con la encíclica “Pacem in Terris” del Papa Juan XXIII. de 1963. Esto se publicó en un momento en que el mundo estaba al borde de una guerra nuclear entre la OTAN y el Pacto de Varsovia. La idea de convivencia pacífica puede entenderse mejor durante las exhortaciones bíblicas a observar el orden establecido por Dios. El Westfalen Blatt destaca que el Papa León XIV abraza los valores de la unidad y la paz, lo cual es de esencial importancia en la actual situación global.

La encíclica “Pacem in Terris” deja claro que la paz en la tierra sólo es posible observando este orden divino. El hombre, creado a imagen de Dios, tiene la capacidad única de reconocer el orden y utilizarlo para el bien de la comunidad. Sin embargo, este orden se ve frecuentemente perturbado por el desorden humano, que se manifiesta en las relaciones entre Estados y pueblos. Muchos ven el contenido de la encíclica como un llamado a la participación activa en la vida pública para promover la dignidad humana y reducir la injusticia.

Los derechos humanos como base

En un contexto caracterizado por desigualdades e injusticias sociales, la protección de los derechos humanos juega un papel central. Como informa la Agencia Federal para la Educación Cívica, los derechos humanos desempeñan un papel importante en la configuración de sociedades pacíficas. Si las vidas de las personas están en peligro o no hay opciones para proteger sus derechos, a menudo aumenta la disposición al conflicto. Las necesidades básicas insatisfechas pueden convertirse rápidamente en frustración y agravar la situación. La responsabilidad de los Estados de proteger a sus poblaciones adquiere aquí particular relevancia.

El reconocimiento de que la protección de los derechos humanos no es sólo un deber de los Estados, sino también la clave para una coexistencia armoniosa. La violencia a menudo surge no sólo de ataques directos, sino también de violaciones sistemáticas de derechos humanos básicos. Esto es evidente no sólo en zonas en crisis como Mindanao, donde los recursos están distribuidos de manera desigual, sino también en muchas sociedades de todo el mundo donde la discriminación y la exclusión conducen al conflicto.

Negociaciones de paz y el camino hacia la justicia

Es aún más importante que los responsables de violaciones de derechos humanos rindan cuentas a través de procesos de paz. La estabilidad política también puede mantenerse incluso cuando prevalecen las injusticias sociales. La necesidad de una justicia fundamental y un trato respetuoso hacia los demás constituye la base para una solución sostenible, como también lo exige la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. La cuestión aquí es que la prevención de la violencia y la protección de los derechos humanos están estrechamente vinculadas. El camino hacia una paz duradera sólo pasa por el respeto de la dignidad humana y la creación de condiciones para una vida igualitaria en la sociedad.

El nuevo Papa León XIV, con su clara misión por la paz, podría dar a la sociedad un nuevo impulso para lograr este cambio necesario. Las próximas semanas mostrarán cómo se recibirá su mensaje y si puede marcar una diferencia decisiva en la promoción de la coexistencia pacífica para todas las personas.