Granja Hohe Asten: ¡Tradición y supervivencia a 1108 metros!

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Obtenga más información sobre la granja Hohe Asten, situada a gran altitud en Baviera, cuya historia se remonta al año 921.

Erfahren Sie mehr über den hochgelegenen Bauernhof Hohe Asten in Bayern, dessen Geschichte bis ins Jahr 921 zurückreicht.
Obtenga más información sobre la granja Hohe Asten, situada a gran altitud en Baviera, cuya historia se remonta al año 921.

Granja Hohe Asten: ¡Tradición y supervivencia a 1108 metros!

En medio del pintoresco paisaje de la Alta Baviera, concretamente en el municipio de Flintsbach am Inn, se encuentra la granja Hohe Asten a 1.108 metros sobre el nivel del mar. Esto la convierte en una de las granjas más altas de Alemania, que se gestiona durante todo el año. Los propietarios de la granja, Bernhard y Luisa Astl, ambos de sólo 28 años, viven allí con los padres, la abuela y un hermano de Bernhard y dirigen una variada explotación ganadera con 15 vacas lecheras, 30 vacas jóvenes, ovejas, gallinas, cerdos, dos alpacas y algunos gatos. Esta animada comunidad familiar no sólo dirige la granja, sino que también mantiene una tradición que se remonta a más de 1.000 años, que se remonta al año 921, mientras que la primera mención documentada data del año 1512, como Merkur informó.

Hohe Asten goza de un microclima muy especial que, a pesar de la altitud, permite practicar la agricultura donde otros agricultores ya no pueden hacerlo. Estas condiciones climáticas especiales permiten a la familia Astl no sólo producir leche y carne de sus animales, sino también comercializar una variedad de otros alimentos como mantequilla, queso, salchichas e incluso ponche de huevo. Estos productos se ofrecen en la pequeña pero elegante tienda de la granja, mientras que Christa Astl siempre cosecha acelgas frescas, con las que se elaboran sabrosos platos en la propia cocina de la granja.

Una conexión con la naturaleza

Para llegar a la remota ubicación de la granja, los Astl utilizan un autobús con tracción total UAZ, ya que en invierno el acceso suele estar cubierto de nieve. Para trabajos agrícolas se utiliza un vehículo versátil tipo “mula” de Reform. Esta conexión pragmática con la naturaleza y los desafíos de la región demuestra que la granja Hohe Asten no es sólo una empresa agrícola, sino también un ejemplo de capacidad de adaptación a las condiciones climáticas.
No es fácil llegar a la granja en sí: para llegar allí, los excursionistas deben recorrer una ruta de hora y media desde Flintsbach o desde el hermoso Bichlersee en Niederaudorf.

Es precisamente el aislamiento de la granja lo que la convierte en un popular destino de excursiones. El Berggasthof Hohe Asten abre todos los días de 9:00 a 18:00 horas, pero cierra los jueves y viernes. Muchos excursionistas aprovechan la oportunidad para disfrutar de las maravillosas vistas del valle del Inn y de las impresionantes montañas bávaras y tirolesas mientras se relajan en la posada. En invierno la zona se convierte en una popular pista de trineo, aunque hay advertencias sobre los peligros cuando la nieve se congela.

La tradición se une a la agricultura moderna

La agricultura tiene una larga tradición en Baviera y, por tanto, también aquí. Históricamente, la imagen del agricultor se ha ido moldeando y ha desempeñado durante siglos un papel central en la vida bávara. La economía agrícola siguió siendo importante en los siglos XIX y XX, como se documenta en el [Léxico histórico de Baviera](https://www.schichtes-lexikon-bayerns.de/Lexikon/Landwirtschaft_(19./20._ Jahrhundert)). Varias reformas agrícolas en el siglo XIX cambiaron las condiciones de los agricultores y la mecanización abrió nuevas formas de hacer la agricultura más eficiente. La familia Astl sigue esta tradición establecida desde hace mucho tiempo pero siempre adaptable y demuestra que las exigencias modernas también se pueden cumplir en una granja a gran altura.

La región alrededor de Flintsbach, conocida por sus hermosas rutas de senderismo naturales y sus impresionantes vistas, es tan diversa y rica en tradiciones como el propio Hohe Asten. La colaboración entre familia y naturaleza se armoniza aquí perfectamente y muestra cuán profundamente arraigada está la agricultura en la historia de Baviera.