Intento de asesinato en Landshut: ¡la repartidora de pizzas escapa por poco de la muerte!

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Un joven de 27 años de Landshut está siendo juzgado por el intento de asesinato de una repartidora de pizzas. El proceso está en marcha desde marzo de 2023.

Ein 27-Jähriger aus Landshut steht wegen versuchten Mordes an einer Pizzabotin vor Gericht. Der Prozess läuft seit März 2023.
Un joven de 27 años de Landshut está siendo juzgado por el intento de asesinato de una repartidora de pizzas. El proceso está en marcha desde marzo de 2023.

Intento de asesinato en Landshut: ¡la repartidora de pizzas escapa por poco de la muerte!

En las últimas semanas, un caso en la región de Landshut ha causado revuelo. Un joven de 27 años comparece ante el tribunal regional de Landshut acusado de intento de asesinato y lesiones corporales graves. Los cargos son graves: en marzo de 2023, apuñaló con un cuchillo de cocina a una repartidora de pizzas de 26 años, a quien seleccionó al azar como víctima, según los informes. sueddeutsche.de. A pesar de la dramática situación, afortunadamente la mensajera sólo sufrió heridas relativamente leves en el cuello y en los dedos.

Los antecedentes del acusado son tan trágicos como complejos. Según la fiscalía, el hombre sufre un trastorno combinado de personalidad y fue clasificado como peligroso para el público. Expresó su deseo de matar a alguien para encontrar una solución a largo plazo a su propia vida, que percibía como estresante. El caso es particularmente explosivo porque el acusado ya tenía planes de vivir en una instalación cerrada.

El ataque y las consecuencias

El 29 de marzo de 2023, el acusado pidió una pizza para atraer al mensajero a su apartamento. Dejó un cuchillo de cocina en el baño y no pagó el pedido por adelantado. La repartidora de pizzas denunció que temía por su vida porque el acusado le puso el cuchillo en el cuello pero no la apuñaló. Al final pudo coger el cuchillo y llamar a la policía. En un giro dramático, el acusado se enfrentó a la policía con las manos en alto y confesó: “Fui yo”. Luego fue internado temporalmente en el hospital regional de Straubing.

De las declaraciones se desprende que el acusado tuvo una infancia difícil, fue objeto de bullying y ya había realizado varios intentos de suicidio. Se ofreció como voluntario para el servicio militar en Ucrania, pero se le consideró no apto para el combate y regresó. Con su acto aparentemente quería ser encarcelado deliberadamente para liberarse de la presión de su propia vida.

Tampoco se deben subestimar las consecuencias del ataque para la repartidora de pizzas. Todavía sufre de ansiedad hasta el día de hoy y asiste a psicoterapia. La disputa legal continuará ahora. El caso plantea interrogantes sobre la salud mental y los peligros de las personas que padecen trastornos mentales.

Contexto social

bka.de.

En cuanto al caso concreto de Landshut, queda por ver qué impacto tendrá la sentencia judicial en la vida futura del acusado y de la repartidora de pizzas. Los complejos factores sociales y psicológicos detrás de este incidente dejan claro que no hay un veredicto fácil, especialmente en tales casos. Los tribunales deben lograr un equilibrio entre la protección del público y la responsabilidad de quienes padecen enfermedades mentales.