El misterioso mundo de los castrats: música entre bravura y brutalidad
Explora la fascinante historia de los castrados: su importancia en la música, las técnicas y el legado contemporáneo.

El misterioso mundo de los castrats: música entre bravura y brutalidad
¿Qué clase de boda de voces fue esa? En las iglesias del siglo XVII, especialmente en Italia, resonaban los sonidos de los castratos, cuyo canto era considerado puro y poderoso. Estos fascinantes cantantes, como informa radiofrance.fr, eran hombres que fueron castrados antes de la pubertad para preservar su voz aguda única. Un proceso brutal pero socialmente aceptado en su momento, que es cosa del pasado desde el siglo XIX.
El fenómeno castrata comenzó en el siglo XVI y fue particularmente popular en Italia. Estos extraordinarios cantantes incluso rivalizaban con instrumentos como la trompeta en su habilidad técnica y expresividad. Los primeros castrats conocidos aparecieron en la capilla del duque de Ferrara a finales de la década de 1550, mientras que la aparición de voces inolvidables como la de Carlo Broschi, más conocido como Farinelli, cautivó al público en el siglo XVIII.
De la Hermandad de la Voz
Ya en 1582 un español había llegado a la Capilla Sixtina y desde entonces el uso de castrados quedó firmemente establecido tanto en la música eclesiástica como en la profana. El Papa permitió su empleo en los coros y los hombres pronto fueron valorados por sus voces excepcionales. Al servicio de los príncipes italianos tenían demanda no sólo en la música sacra, sino también en la ópera. En los siglos XVII y XVIII fueron las estrellas de la escena musical europea y cobraban mejor que los tenores o los bajos, como señala wikipedia.org.
A primera vista, la idea de que niños de seis a ocho años fueran reclutados para esta práctica puede parecer chocante. La operación, a menudo apoyada por la iglesia y generalmente considerada suave, no afectó el desarrollo físico pero detuvo el crecimiento de la laringe y evitó la inflamación de las cuerdas vocales. Las poderosas voces de los castrados, que a menudo tenían cuerpos macizos y poco pelo, no se olvidaron hasta principios del siglo XIX. Los últimos castrados, como el célebre Alessandro Moreschi, murieron a principios del siglo XX, dejándonos las únicas grabaciones de este tipo.
El legado de los Castrati
El arte de los castrados, que se encontraba en los teatros de ópera de Europa, perdura hoy principalmente gracias al trabajo de los presentes. Estos artistas, que brillan por su técnica y virtuosismo, dan nueva vida al repertorio de los castrados. Son los sucesores de una larga tradición que estuvo asociada a enormes desafíos, pero también a una belleza casi incomprensible. Pueden competir con grandes compositores como Nicola Porpora, Gregorio Allegri, Henry Purcell y Niccolo Piccinni, cuyas obras aún se interpretan.
Cuando se pregunta qué hace que esta era musical sea tan fascinante, la respuesta podría estar en la interacción virtuosa de emoción y técnica, que nunca ha sido completamente olvidada. La historia de los castrat sigue siendo un capítulo fascinante en la historia de la música, una época que contiene tanto esplendor como lados oscuros, como lo describe decouvrir.la.musique.online.fr.