La policía de Colonia prohíbe el campo de Rheinmetall: ¡se desea protestar!

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Colonia: La prohibición del campo de desarme de Rheinmetall desencadena protestas y demandas, un golpe a la libertad de reunión.

Köln: Verbot des Rheinmetall-Entwaffnen-Camps löst Proteste und Klagen aus – ein Schlag gegen die Versammlungsfreiheit.
Colonia: La prohibición del campo de desarme de Rheinmetall desencadena protestas y demandas, un golpe a la libertad de reunión.

La policía de Colonia prohíbe el campo de Rheinmetall: ¡se desea protestar!

En Colonia la situación está hirviendo: el campamento de desarmado de Rheinmetall, previsto para los días 26 al 31 de agosto, fue prohibido por la policía a principios de esta semana. Esto se considera un claro ataque a la libertad de expresión y de reunión, algo que es absolutamente prohibido para muchos activistas. El campamento debería ser un paso importante para movilizarnos contra la militarización y a favor del desarme. Esta decisión ha causado indignación en toda la escena activista y los organizadores ya han presentado una demanda contra la prohibición.

Una declaración oficial de los organizadores decía que ahora se trataba de algo más que simplemente dirigir el campamento. Se ha lanzado una petición y una campaña de recaudación de fondos para apoyar la demanda. “¡Necesitamos una presión masiva para que podamos tener éxito!” enfatizan. El éxito de esta demanda también podría sentar un precedente para futuras prohibiciones de protestas.

Movilización y resistencia

La situación ha llevado a un llamado a la movilización masiva. Hay llamamientos desde las filas de la izquierda y de los sindicalistas para que se involucren más y participen en asambleas generales en escuelas, universidades y empresas. "¡Algo está pasando! Tenemos que salir a la calle juntos", dijeron las voces del movimiento. Estas reuniones organizadas tienen como objetivo ayudar a movilizar a la gente y enviar una señal contundente contra la prohibición.

Además, la criminalización del antimilitarismo por parte de la policía de Colonia ha sido duramente criticada. La postura de las autoridades plantea dudas sobre las restricciones a la libertad de reunión y sugiere que la represión estatal contra las formas de protesta puede aumentar.

La resistencia está creciendo y queda por ver cómo resultará la demanda contra la prohibición. Los organizadores coinciden: "¡No nos rendiremos, pase lo que pase! Tenemos que luchar por nuestro derecho de reunión y libertad de expresión". Sigue siendo apasionante saber si la presión de la población tendrá un impacto en la política.

Estos acontecimientos recuerdan conflictos similares en Europa, donde también están aumentando las disputas sobre los precios de la energía y las reformas. Ya existen preguntas claras sobre la implementación de cambios políticos que deben discutirse no sólo en el sector energético, sino también en lo que respecta a las libertades civiles. Pero en Colonia la postura defensiva contra una clara vulneración de los derechos civiles tiene su propio carácter.