Una mirada al hospicio de Bad Dürkheim: vida y risas hasta el final

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En el hospicio de Bad Dürkheim, las personas gravemente enfermas reciben una atención digna en la última fase de sus vidas, con el apoyo de un equipo dedicado.

Im Hospiz Bad Dürkheim erfahren schwerkranke Menschen eine würdevolle Pflege in der letzten Lebensphase, unterstützt von einem engagierten Team.
En el hospicio de Bad Dürkheim, las personas gravemente enfermas reciben una atención digna en la última fase de sus vidas, con el apoyo de un equipo dedicado.

Una mirada al hospicio de Bad Dürkheim: vida y risas hasta el final

En el hospicio de Bad Dürkheim todo gira en torno al tema de cómo las personas pueden llevar una vida digna en sus últimos meses de vida. Hoy, 11 de octubre de 2025, tuvo lugar una reunión en el hospicio en la que la enfermera Melissa Bloeß discutió con sus colegas las necesidades de los nueve residentes a las 7:30 a. m. La atención se centró en temas esenciales como la medicación, las sillas de ruedas eléctricas y los deseos especiales de los residentes, como el deseo de tomar un helado o una bañera. Esto demuestra lo importante que es tomar en serio las necesidades individuales de los huéspedes y garantizar que pasen un rato agradable.

Una invitada muy especial es Birgit Bohrmann, de 66 años, que vive en el hospicio con un diagnóstico de ELA avanzada. Está sentada en una silla de ruedas y sólo puede mover la cabeza y los brazos. Su reacción al diagnóstico fue inicialmente depresiva; Sin embargo, Bohrmann ha decidido hacer que su vida valga la pena. Desde que llegó al hospicio hace casi un año, su condición ha mejorado. Detrás de las puertas del hospicio se respira un ambiente en el que se oyen muchas risas. El personal de enfermería hace todo lo posible para ayudar a los residentes, aunque no todos pueden aceptar la muerte inminente, especialmente los más jóvenes o los que tienen niños.

Un lugar de paz y aceptación.

El Hospicio Bad Dürkheim abre sus puertas a personas gravemente enfermas y ofrece espacio para estar acompañados por amigos y familiares en la última fase de la vida. La atención se centra en cuidar a los huéspedes en todos los niveles: física, social, mental y espiritual. Una red de médicos, enfermeras, terapeutas y pastores especializados garantiza que el trabajo de cuidados paliativos se centre en el alivio del dolor, la reducción de los miedos y la satisfacción de los deseos. La estrecha colaboración con la sala de cuidados paliativos del Hospital Evangélico de Bad Dürkheim garantiza una atención integral a los huéspedes.

Lo especial: el hospicio está abierto a todos, independientemente de su origen, idioma o situación económica. La estancia en el hospicio es gratuita para los huéspedes, ya que el 95 por ciento de los costes los cubren las compañías de seguros de salud y cuidados de enfermería. El cinco por ciento restante depende de donaciones, lo que resalta lo importante que es el apoyo de la comunidad para continuar con este valioso trabajo.

Acompañamiento sensible para el último viaje.

Los cuidados paliativos no se limitan sólo a medidas médicas, sino que pretenden minimizar el sufrimiento de los moribundos y sus familiares. Los programas de cuidados paliativos a menudo evitan los procedimientos invasivos y los tratamientos agresivos y se centran en el alivio de los síntomas y el apoyo emocional. En esta instalación, el personal está especialmente capacitado para brindar atención médica y apoyo pastoral. El personal de enfermería está disponible las 24 horas para atender a los huéspedes y analiza periódicamente sus planes de cuidados.

Un ejemplo de la profunda conexión entre la vida y la muerte es el enfoque de la enfermera Bloeß. Cuando un residente muere, a menudo abre las puertas del patio para permitir que los invitados fallecidos “salgan”. Dice que a veces tiene la sensación de que los difuntos todavía están presentes. Esta experiencia brinda consuelo tanto a los residentes como a las familias que a menudo tienen dificultades para afrontar la pérdida.

Birgit Bohrmann planificó todo para su familia y habló con ellos sobre temas importantes. Su visión de la muerte es especial: cree que no es el final y habla de las experiencias de quienes han muerto en su propia familia. Muestra cuánta esperanza y coraje para vivir pueden brotar incluso en los últimos días de una persona.

El Hospice Bad Dürkheim no sólo es una despedida, sino que también celebra la vida en todas sus facetas. En medio del dolor y la tristeza, florecen los momentos positivos y el apoyo del equipo ayuda a hacer los momentos difíciles un poco más llevaderos.