Panadería Hansen Mürwik: Declararse en quiebra después de 100 años: ¿hay esperanza?
La cadena de panaderías Hansen Mürwik de Wees, cerca de Flensburg, se declara en quiebra debido a los elevados costes y a las medidas de modernización.

Panadería Hansen Mürwik: Declararse en quiebra después de 100 años: ¿hay esperanza?
En un giro inesperado de los acontecimientos, la tradicional cadena de panaderías Hansen Mürwik GmbH se declaró en quiebra. El 20 de noviembre de 2025 se presentó la solicitud de apertura de un procedimiento de insolvencia ante el Tribunal de Distrito de Flensburg. A pesar de las turbulencias financieras, hay aspectos positivos para los aproximadamente 145 empleados, ya que los sueldos y salarios están garantizados con fondos de insolvencia hasta finales de enero de 2026, así como Merkur informa.
Hansen Mürwik, con sede en Wees, cerca de Flensburg, celebró su 100 aniversario en el verano de 2024 y para esta ocasión pasó a manos de Hakan Colak. El nuevo propietario inició ambiciosas medidas de modernización, que, sin embargo, estuvieron acompañadas de elevados costes de conversión y mayores costes de energía y personal. Estos factores contribuyeron significativamente a la quiebra de la empresa. El administrador concursal provisional, el Dr. Arno Doebert, un experimentado experto en reestructuraciones, se muestra optimista e informa de una situación económica operativamente rentable que ofrece posibilidades para una solución viable.
Las operaciones continúan
A pesar de la declaración de quiebra, por el momento la actividad en las once sucursales y la producción en Wees siguen sin restricciones. Este es un rayo de esperanza en un momento en el que muchas panaderías tradicionales en Alemania luchan por sobrevivir. La panadería municipal Nissen de Flensburgo es otra de las empresas afectadas en la región. Los clientes tienden cada vez más a comprar pan barato en tiendas de descuento, lo que aumenta aún más la presión sobre las pequeñas empresas.
La noticia de la quiebra supone un shock para los trabajadores y los clientes leales. Muchos esperan un cambio de rumbo para que la panadería, valorada mucho más allá de la región, no sólo pueda sobrevivir sino también salir fortalecida de esta crisis. La expresión “algo está pasando” adquiere aquí un significado completamente diferente, porque no se trata sólo de pan y bollos, sino del patrimonio y la tradición de una panadería centenaria que está muy cerca del corazón de muchas familias de la región.
Una mirada a la industria
Los desafíos que enfrenta la industria no son nuevos. Según Bild, en los últimos meses numerosas panaderías se han declarado en quiebra. Las panaderías de Mecklemburgo con 410 empleados, así como la Seidels Klosterbäckerei y la cadena de panaderías Leifert son ejemplos trágicos del cambio en el sector.
Queda por ver cómo evolucionará la situación para Hansen Mürwik. Sin embargo, el administrador concursal da motivos para esperar que la panadería, que sigue siendo operativamente rentable, pueda encontrar una solución viable. Quizás pronto haya otro motivo de alegría para los amantes de los panecillos frescos y los aromáticos pretzels de esta panadería, que aparentemente juega un papel importante más allá de las fronteras regionales.