Críticas a los planes fiscales de Putin: ¡Las pequeñas empresas en peligro!
La economía rusa enfrenta desafíos: aumentos de impuestos y medidas de austeridad bajo el liderazgo de Putin. ¿Impacto en las empresas?

Críticas a los planes fiscales de Putin: ¡Las pequeñas empresas en peligro!
La situación económica en Rusia se caracteriza por una agitación constante, y los últimos acontecimientos muestran claramente cuán serias son las finanzas del Kremlin. Dado que el presupuesto de 2025 registra un déficit significativo de 5,7 billones de rublos, las autoridades rusas están planeando importantes aumentos de impuestos que tendrán consecuencias de gran alcance para las empresas del país. Las medidas de Vladimir Putin para estabilizar las finanzas encuentran una gran resistencia por parte de las asociaciones empresariales y los representantes de las empresas. Sergei Borisov, jefe de un grupo de presión para las pequeñas empresas, califica los planes como un “shock para todas las pequeñas empresas” y advierte sobre el lento pero enorme impacto en las pequeñas y medianas empresas.
Se considera especialmente crítica la introducción prevista de la obligación del IVA para las empresas con un volumen de negocios anual de más de 10 mil millones de rublos. Además, las empresas de TI quedarán excluidas de las exenciones fiscales, lo que agravará aún más la ya tensa situación en el sector empresarial. Más de 700.000 empresarios, es decir, uno de cada diez en Rusia, se ven afectados por el aumento de impuestos. En una encuesta realizada a más de 11.000 empresarios, un tercio dijo que cerrarían su negocio si se produjeran aumentos de impuestos. Esto plantea dudas sobre qué pasará con el espíritu empresarial en Rusia, ya que uno de cada cuatro encuestados también planea despedir empleados, lo que podría suponer una presión adicional para una economía que ya está en dificultades.
Aumentos de impuestos y sus consecuencias
Los planes del gobierno incluyen no sólo las medidas mencionadas anteriormente, sino también un aumento general de los impuestos corporativos: la tasa del impuesto corporativo debería aumentar del 20 al 25 por ciento. El impuesto sobre la renta también se incrementará por etapas, lo que supondrá una carga adicional, en particular, para quienes ganan más. Los ingresos entre 5 y 20 millones de rublos (alrededor de 51.000 a 206.000 euros) aumentarán del 15 al 18 por ciento, mientras que los ingresos de 50 millones de rublos o más enfrentarán una tasa impositiva máxima del 22 por ciento. Estos aumentos de impuestos son los mayores bajo el gobierno de Putin y se estima que recaudarán 27 mil millones de euros al año.
El gobierno justifica el aumento con los enormes déficits surgidos desde el inicio de la guerra de Ucrania. Los ministerios han descubierto que el gasto público ha superado los ingresos desde febrero de 2022. En 2022 y 2023, los déficits ascenderán a unos 68.000 millones de euros, y las reservas del Fondo Nacional de Prosperidad se han reducido a aproximadamente la mitad, de modo que actualmente sólo hay unos 50.000 millones de euros disponibles. Estas reservas se han utilizado para cubrir el déficit presupuestario, lo que resulta especialmente preocupante si la crisis empeora.
Empresarios preocupados
Las preocupaciones de los empresarios son comprensibles. Irina Pankratova, propietaria de un estudio, critica el aumento de impuestos y lo considera injusto, mientras que Sergei Pakhomov, propietario de una tienda de comestibles, también expresa su preocupación. Los crecientes costes y la viabilidad de sus negocios están en peligro. Las asociaciones empresariales advierten que los aumentos de impuestos afectarán especialmente a las pequeñas empresas, lo que en última instancia podría poner en peligro los ingresos fiscales del Kremlin. Estos acontecimientos ponen de relieve la fragilidad de la economía rusa y la incertidumbre que afrontarán los empresarios en los próximos meses.
En resumen, se puede decir que el Kremlin enfrenta enormes desafíos. Si bien los aumentos de impuestos ya están en la agenda, queda por ver cómo reaccionarán las empresas afectadas ante estas cargas obvias. La presión sobre los propietarios de pequeñas empresas podría, en última instancia, provocar el cierre de muchas empresas y tener más consecuencias negativas para la economía. Los planes del Kremlin para los próximos años parecen sombríos y, sin ajustes oportunos, esto podría significar el fin de muchas pequeñas empresas.