Adolescentes borrachos destrozan coches en Calw: ¡daños por valor de 10.000 euros!
En Calw, adolescentes borrachos destrozaron ventanillas de coches con un destornillador, lo que provocó detenciones y daños por valor de 10.000 euros.

Adolescentes borrachos destrozan coches en Calw: ¡daños por valor de 10.000 euros!
En Calw, una tranquila ciudad de Baden-Württemberg, tres adolescentes borrachos, entre ellos una niña y dos niños, destruyeron siete ventanillas de automóviles. Los dos autores fueron detenidos en el lugar, mientras que el tercero fue capturado durante el transcurso de la investigación. La causa de este vandalismo fue el uso descuidado de un destornillador, que provocó importantes daños materiales por valor de unos 10.000 euros. Otro incidente también causó revuelo: uno de los jóvenes se atrevió a soltar el freno de mano de un vehículo averiado, haciéndolo rodar unos metros antes de detenerse. Estas leyes ponen de relieve los desafíos que enfrenta la delincuencia juvenil en Alemania.
El problema de la delincuencia juvenil no es nuevo. Según el bpb, este fenómeno es predominantemente masculino y no tiene una estructura minoritaria. De hecho, hasta el 70% de los estudiantes encuestados dicen haber cometido algún delito en los últimos 12 meses. La mayoría de los jóvenes abandonan su conducta delictiva cuando crecen, ya que las formas graves de delincuencia juvenil son la excepción. Una mirada a las cifras deja claro que muchos jóvenes no siguen una carrera persistente en el crimen.
Una mirada a las estadísticas
Statista informa de un impresionante aumento de la violencia juvenil, que alcanzó alrededor de 13.800 casos en 2024, más del doble que en 2016. A pesar de esta cifra alarmante, en 2024 hay una disminución de alrededor del 6 por ciento de jóvenes sospechosos en todos los delitos. durante la pandemia de Covid-19. Lo que llama especialmente la atención es la alta proporción de hombres entre los jóvenes delincuentes, que representan alrededor del 74 por ciento de los niños.
El @bpb señala que el nivel de criminalidad no sólo se refleja en las estadísticas, sino también en la percepción social. Esto a menudo puede llevar a que los jóvenes sean etiquetados como “criminales”, mientras que muchos sólo cometen delitos episódicamente. La mayoría de los jóvenes que cometen un delito no son reincidentes, lo que subraya la necesidad de medidas preventivas.
Prevención y apoyo
Está claro que la prevención a través de la integración y el apoyo social es esencial para reducir la delincuencia juvenil. Las estadísticas muestran que, en particular, los chicos de entre 13 y 18 años han cometido un delito al menos una vez en promedio, como lo confirma el estudio longitudinal de Duisburgo. Para contrarrestar esto, es necesario ampliar aún más los servicios de bienestar infantil y juvenil. A menudo, las vidas delictivas sólo pueden prevenirse con éxito con medidas preventivas específicas.
Los acontecimientos de Calw dejan claro que es hora de centrarse en las causas y crear perspectivas más claras para los jóvenes. El vandalismo es sólo la punta del iceberg, que esconde problemas sociales e individuales más profundos. Es importante encontrar soluciones juntos para dar a los jóvenes una dirección positiva y evitar que cometan delitos.