¿La transición energética en peligro? ¡Borkum y Baviera dependen del gas natural!
Descubra la evolución actual de la transición energética en Alemania: innovaciones, energías renovables y medidas políticas.

¿La transición energética en peligro? ¡Borkum y Baviera dependen del gas natural!
En Alemania están sucediendo muchas cosas en el ámbito de la política energética y los debates sobre la salida de los combustibles fósiles y la correspondiente transición a las energías renovables son muy populares. La ministra de Economía, Katherina Reiche, está liderando el camino y apuesta por el gas natural como tecnología de transición. como el alemanes del sur Según se informa, se realizarán nuevas perforaciones en busca de gas natural, especialmente en el noroeste de Alemania, como en Borkum, así como en Baviera. Sólo los gobiernos estatales son responsables de estos proyectos, entre ellos también los ministros responsables de Baja Sajonia, el Partido Verde. Todas las decisiones relativas al uso del gas natural están bajo la influencia del gobierno federal. El gas natural se considera más respetuoso con el clima que el carbón, aunque persiste la pregunta de si es la opción más sostenible.
Pero la salida de la energía nuclear, que se completó en 2023 con el cierre de la última central nuclear alemana, ya ha dejado su huella. Después de este paso histórico, los precios de la electricidad y las emisiones de CO2 en Alemania han caído a un nuevo mínimo. Este desarrollo está empujando al país hacia el suministro total de energía renovable, un objetivo que se persigue para 2030.
El papel de las energías renovables
Sin embargo, el camino hacia la transición energética no es un paseo por el parque. Se requiere una reestructuración integral del sistema energético nacional para lograr los ambiciosos objetivos. así Instituto Ambiental Como se ha señalado, la expansión de las turbinas eólicas terrestres y marinas desempeña un papel central. Alemania ya ha desarrollado capacidades considerables en este ámbito y está invirtiendo continuamente para ampliarlas. Los sistemas fotovoltaicos en tejados y parques solares también son indispensables. Gracias a atractivos programas de financiación y a la reducción de costes, se promueve cada vez más la instalación de este tipo de sistemas.
Pero tampoco se deben descuidar las medidas para aumentar la eficiencia energética. Las renovaciones, los nuevos edificios energéticamente eficientes y las tecnologías mejoradas pueden reducir el consumo total de energía. Cuanta menos energía se requiera, menos capacidad de generación nueva será necesaria. Y aquí también se necesitan innovaciones: las tecnologías modernas de almacenamiento, como el almacenamiento en baterías y el almacenamiento de hidrógeno, ayudan a integrar de forma estable el exceso de energía procedente de fuentes renovables en la red. Todos estos enfoques aumentan la confiabilidad y estabilidad de nuestra red eléctrica.
Avances en la transición energética
No se pueden pasar por alto los avances en la transición energética. El 22,4% del consumo final bruto de energía en 2024 fue cubierto por energías renovables, un aumento de 0,8 puntos porcentuales respecto al año anterior. El Agencia Federal de Medio Ambiente informa que el 41% del consumo final de energía debería cubrirse con energías renovables de aquí a 2030. En 2024, se habrán generado 284 mil millones de kWh de electricidad a partir de energías renovables. Esto muestra un notable aumento del 3% y una proporción que casi se ha duplicado en los últimos diez años.
Las fuentes de energía renovables más importantes ya están muy claras: la biomasa lidera con un 47%, seguida de la energía eólica con un 27% y la fotovoltaica con un 16%. El resto se distribuye entre energía hidroeléctrica, geotermia y calor ambiental. En 2024 se evitaron alrededor de 256 millones de toneladas equivalentes de CO₂ en la generación de electricidad, y la mayoría se logró mediante el uso de energías renovables. Estos éxitos no sólo deberían fortalecer el clima, sino también la aceptación social de la transición energética.
El desafío ahora es mantener la inversión y el apoyo público necesarios para la transición energética. Sin un mercado energético flexible y justo que promueva las energías renovables, a Alemania le resultará difícil alcanzar los objetivos que se ha fijado. Aún queda mucho por hacer, pero la voluntad está y eso es lo principal.