Una voz del pasado: el testimonio del Holocausto inspira a los estudiantes

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El 10 de noviembre de 2025, el sobreviviente del Holocausto Thomas Gabelin habló a los estudiantes sobre sus experiencias en el campo de concentración de Theresienstadt en Marktredwitz.

Am 10.11.2025 sprach Holocaust-Überlebender Thomas Gabelin vor Schülern über seine Erfahrungen im KZ Theresienstadt in Marktredwitz.
El 10 de noviembre de 2025, el sobreviviente del Holocausto Thomas Gabelin habló a los estudiantes sobre sus experiencias en el campo de concentración de Theresienstadt en Marktredwitz.

Una voz del pasado: el testimonio del Holocausto inspira a los estudiantes

El 10 de noviembre de 2025, los estudiantes del Otto-Hahn-Gymnasium de Marktredwitz tuvieron la oportunidad única de escuchar a un testigo contemporáneo del Holocausto. Thomas Gabelin, nacido en el campo de concentración de Theresienstadt, afrontó ese día su conmovedor pasado. “Nací en el campo de concentración de Theresienstadt y sobreviví”, abrió su inquietante informe. El evento tuvo lugar en Makkultur y atrajo a muchos oyentes interesados.

Louis Pawellek, un rostro conocido en TikTok, asumió el papel de moderador y presentó a los estudiantes los datos sobre los campos de concentración alemanes, centrándose en Theresienstadt. Esta instalación estuvo en funcionamiento desde noviembre de 1941 hasta mayo de 1945 y sirvió para varios propósitos severos: como campo de tránsito para judíos checos deportados, como campo de trabajo del gueto para ciertas categorías de judíos alemanes, austriacos y checos y, finalmente, como campo de acopio en el que la miserable situación de vida debía acelerar la muerte. Los nazis engañaron al mundo al presentar a Theresienstadt como un “centro de salud” para judíos mayores donde podían “vivir seguros durante su jubilación”.

La sombría realidad de Theresienstadt

Pero la realidad era aleccionadora: miles de judíos vivían en condiciones catastróficas, muchos murieron de enfermedades o de hambre. De los 140.000 judíos trasladados a Theresienstadt, casi 90.000 fueron deportados a otros campos; muchos murieron en los guetos al llegar o fueron enviados a campos de exterminio. El propio gueto tenía una alta tasa de mortalidad, que se suponía que debía ser tratada mediante un crematorio construido en 1942.

A pesar de las terribles circunstancias, también floreció en Theresienstadt una considerable escena cultural. La gente encontró consuelo en el arte: hubo músicos, escritores y actores que escaparon de la desesperación a través de la creatividad. También se abrieron escuelas para niños, aunque muchos de ellos fueron enviados más tarde a la muerte. Una pequeña biblioteca con 60.000 volúmenes ofreció a la gente un toque de normalidad en medio del horror.

Este poderoso testimonio de Gabelin recordó a los oyentes la importancia de involucrarse con la historia para comprender el presente y el futuro. Estos acontecimientos no son sólo un recordatorio de la injusticia, sino también un llamado a la vigilancia y al compromiso con la humanidad.

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Thomas Gabelin y su impresionante vida representan a muchos de los que sobrevivieron a los horrores del Holocausto. Es nuestra responsabilidad transmitir sus historias y aprender las lecciones del pasado. En un mundo que a menudo se caracteriza por la intolerancia, defender la tolerancia y la humanidad sigue siendo una tarea central para cada generación.