¡Hesse prevé la obligación de denunciar a los enfermos mentales tras actos de violencia!
Hesse introduce la obligación de denunciar a los delincuentes violentos con enfermedades mentales para prevenir mejor los crímenes terroristas y desenfrenados.

¡Hesse prevé la obligación de denunciar a los enfermos mentales tras actos de violencia!
Después de los impactantes actos de violencia de los últimos meses, surge una pregunta crucial: ¿Cómo podemos aumentar la seguridad en Alemania y al mismo tiempo proteger los derechos de las personas? En este contexto, en particular, se debate acaloradamente en Hesse la posible obligación de informar a los enfermos mentales. Esta idea está encontrando cada vez más apoyo, especialmente después de los tiroteos masivos y los ataques terroristas que proyectan su sombra sobre nuestra sociedad. Según el FAZ Se investigan intensamente los motivos de tales actos para poder clasificarlos mejor. Ya sea desenfreno, terror o asesinato, las reacciones políticas y sociales son casi idénticas, pero las causas podrían ser más complejas.
Los actos por motivos políticos que tienen como objetivo matar a un gran número de personas se clasifican como actos de terrorismo. Los acontecimientos de diciembre en Magdeburgo y la tragedia de Hamburgo son sólo algunos ejemplos que llevaron al secretario general de la CDU, Carsten Linnemann, a exigir un registro central para los delincuentes violentos con enfermedades mentales. Actualmente no existe ningún registro de este tipo en Alemania. Por eso, Hesse tiene previsto registrar en la policía a determinadas personas con enfermedades mentales, lo que volverá a provocar el debate sobre el bienestar público y privado.
Enfermedad mental y radicalización
Pero, ¿cómo se relacionan en última instancia las enfermedades mentales y la radicalización? Un estudio que aborda intensamente este tema muestra que no todos los actos de violencia están relacionados con un trasfondo islamista. Muchos, como un afgano que atacó a un grupo de jardín de infantes en Aschaffenburg en enero, tenían enfermedades mentales subyacentes. La Oficina para la Protección de la Constitución desempeña un papel clave al identificar a más de 27.000 personas con potencial para el “islamismo”. También se incluyen alrededor de 480 de las llamadas “amenazas”, de las cuales alrededor de 100 ya están bajo custodia. Estos casos dejan claro que el islamismo radical afecta sólo a una pequeña parte de la población musulmana, que en total son alrededor de 5,5 millones de personas pacíficas. el tiempo notas.
Curiosamente, se ha demostrado que los trastornos psicológicos pueden ser tanto causa como consecuencia de procesos de radicalización. Si bien algunos estudios científicos no encuentran una conexión clara entre los trastornos mentales y la radicalización, otros señalan una mayor probabilidad de sufrir enfermedades mentales en perpetradores solitarios, que a menudo provienen de un entorno de aislamiento y falta de apoyo. Estos individuos a menudo operan a la sombra de las cuestiones ideológicas y económicas que rodean al terrorismo.
El papel del asesoramiento y la prevención
El debate sobre la obligación de informar también plantea la cuestión de cómo podemos responder adecuadamente a los trastornos mentales. Los profesionales advierten que las enfermedades mentales graves, como los trastornos delirantes o autistas, pueden afectar significativamente los procesos de asesoramiento. En el trabajo con pacientes radicalizados se debe prestar especial atención a los trastornos de estrés postraumático y a los pensamientos suicidas, que suelen aparecer en los afectados. Aquí se necesitan expertos para abordar de forma rápida y eficaz problemas como: bpb señala.
Al mismo tiempo, la prevención es crucial: si se quieren evitar las ideas radicales, se debe tomar en serio el aislamiento social y el estrés psicológico asociado. Porque si bien las ideologías actúan como un marco que crea significado, el peligro de la radicalización sigue siempre presente, incluso entre personas mentalmente inestables.
Por lo tanto, el tema sigue siendo actual y complejo. Es necesario adoptar un enfoque sensible tanto hacia los posibles perpetradores como hacia los grupos afectados de la sociedad. Sólo entonces podremos encontrar una manera de lograr un equilibrio armonioso entre la seguridad y los derechos individuales.