TBR se hace cargo de la colección de ropa usada en Remscheid: ¡Nuevas soluciones contra el caos!

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Remscheid mejora la recogida de ropa usada: TBR se hará cargo a partir de julio de 2025, en respuesta al creciente problema de residuos provocado por la moda rápida.

Remscheid verbessert die Altkleidersammlung: TBR übernimmt ab Juli 2025, reagiert auf steigende Abfallprobleme durch Fast Fashion.
Remscheid mejora la recogida de ropa usada: TBR se hará cargo a partir de julio de 2025, en respuesta al creciente problema de residuos provocado por la moda rápida.

TBR se hace cargo de la colección de ropa usada en Remscheid: ¡Nuevas soluciones contra el caos!

En los últimos meses la situación del mercado de colecciones de ropa usada en Remscheid se ha deteriorado. La creciente difusión de la “moda rápida” no sólo conduce a mayores volúmenes de textiles usados, sino también a un preocupante deterioro de la calidad de las fibras. La “moda rápida” es conocida por la rápida producción en masa, el uso de materiales baratos y el uso de prendas de corta duración. El resultado son altos contenidos de plástico que acaban en los residuos residuales, mientras que cada vez más ropa rota acaba en contenedores de ropa usada, como informa Waterboelles.

Este desarrollo no sólo tiene efectos ecológicos sino también económicos. Cada vez más municipios, incluido Remscheid, se enfrentan al desafío de gestionar la recogida de ropa usada como una carga económica. El llenado excesivo, el robo y la basura de contenedores están ahora a la orden del día. Hasta ahora, los contenedores estaban gestionados por un único proveedor de servicios, pero a partir de julio de 2025 pasará a ser responsabilidad del propio TBR.

Optimización de la recaudación a partir de julio

El TBR ha introducido varias medidas para mejorar la situación. Todos los contenedores deben vaciarse y utilizarse con fines energéticos ya en la semana calendario 27/29. Además, si es necesario, se limpian los contenedores y se sustituyen o reparan los elementos defectuosos. A partir de mediados de julio está previsto el vaciado semanal de todas las ubicaciones, lo que promete mejorar significativamente la situación.

Los ciudadanos están llamados a contribuir con su parte a la solución. La ropa defectuosa o sucia debe desecharse en la basura, mientras que los artículos portátiles deben desecharse en contenedores de ropa usada. También se recomienda dejar la ropa en mercadillos, tiendas de segunda mano o mercadillos en lugar de dejarla junto a contenedores repletos.

El desafío de la “moda rápida”

La “moda rápida” no sólo ha manchado el asfalto de las colecciones de ropa usada; Toda la cadena de valor textil sufre las consecuencias. Cada año, más de 92 millones de toneladas de residuos textiles terminan en vertederos, con graves impactos ecológicos. Estas sustancias tardan mucho en descomponerse, lo que pone en peligro recursos y hábitats valiosos. Según Green Earth Recycling, la mayoría de la ropa de moda rápida está hecha de telas no biodegradables y contribuye a la contaminación por microplásticos.

La UE ha reaccionado y está planeando amplias medidas para detener la tendencia negativa. En 2018 se adoptó la Directiva sobre Residuos, que establece una responsabilidad clara de los fabricantes sobre sus productos a lo largo de toda la cadena de valor. La UE también apoya a los consumidores en la elección de textiles sostenibles y ha prometido medidas contra los productos químicos peligrosos.

A partir del 1 de enero de 2025, todos los estados miembros de la UE deberán recolectar los textiles por separado para su reutilización, preparación para la reutilización y reciclaje. Se invita a los consumidores a contribuir activamente a la protección del medio ambiente tomando decisiones de compra conscientes. La elección entre calidad y cantidad juega aquí un papel central.

Aunque la TBR se hace cargo de la recogida de ropa usada en Remscheid y anima a los ciudadanos a participar activamente, queda por ver si estos cambios pueden mejorar de forma sostenible la situación del mercado de ropa usada. Una cosa es segura: tenemos que trabajar juntos para reducir el impacto ambiental de los textiles y hacer que el ciclo sea sostenible.