Monjas rebeldes ocupan monasterio: ¡disputa por dignidad y dinero!

Transparenz: Redaktionell erstellt und geprüft.
Veröffentlicht am

Tres monjas ancianas ocupan un monasterio en Austria y exigen una investigación sobre el líder del monasterio, Markus Grasl.

Drei betagte Nonnen besetzen in Österreich ein Kloster und fordern eine Überprüfung gegen den Stiftsleiter Markus Grasl.
Tres monjas ancianas ocupan un monasterio en Austria y exigen una investigación sobre el líder del monasterio, Markus Grasl.

Monjas rebeldes ocupan monasterio: ¡disputa por dignidad y dinero!

En las últimas semanas, un conflicto inusual que involucra a tres monjas ancianas en Austria ha causado revuelo. Estas hermanas rebeldes han elegido como nueva residencia el monasterio vacío de Goldenstein, cerca de Salzburgo, y ahora anuncian acciones legales contra el líder del monasterio, Markus Grasl. Alto Antena Unna Piden que se investigue al director del monasterio por el supuesto traslado “ilegal” de su antigua residencia y la gestión opaca de cientos de miles de euros en depósitos bancarios.

Las monjas Bernadette, Regina y Rita tienen entre 80 y 86 años y durante su larga carrera han vivido en el monasterio y en la escuela secundaria supuestamente adjunta durante décadas. Desde principios de septiembre vuelven a vivir en las habitaciones del monasterio, que en el pasado desempeñaron un papel importante en sus vidas. Las hermanas se resisten con vehemencia a las solicitudes del preboste Grasl de regresar al asilo de ancianos. “Definitivamente no voy a morir allí”, subraya sor Bernadette, dejando claro que para ella es muy importante permanecer en el monasterio, a pesar de las preocupaciones de salud expresadas por el portavoz de Grasl.

Una rebelión contra las órdenes.

Después de su reasentamiento hace dos años, que tuvo lugar en contra de su promesa, existe un gran descontento entre las monjas. Ahora viven en un lugar donde no se sienten como en casa y que, en su opinión, no puede proporcionarles la atención médica que necesitan. Grasl y sus empleados se encuentran actualmente en una situación de caos. Aunque las monjas necesitan atención médica, siguen decididas a defender su autodeterminación. Cuentan con el apoyo de unos 30 ayudantes dedicados que les proporcionan comida, apoyo médico y representación en los medios.

La reacción a su casting ha sido mixta. Voces oficiales, como la presidenta de la Federación de Mujeres Corales Agustinas, ya se han pronunciado y han condenado la desobediencia de las hermanas. El propio Grasl aún no ha establecido ningún contacto directo con las monjas. Sin embargo, el compromiso de las hermanas también se hace evidente a través de las redes sociales como Instagram, donde ofrecen información sobre su vida en el monasterio, desde la oración hasta las tareas cotidianas.

¿Y ahora qué?

Las monjas también han llamado la atención con sugerencias poco convencionales. La hermana Rita incluso invitó a los escépticos a una carrera para demostrar su movilidad. A pesar de posibles problemas de salud, las hermanas se mantienen firmes y anteponen su estilo de vida a las órdenes de la iglesia. Su decisión de no vivir en una residencia de ancianos es clara y directa. “Algo está pasando”, se podría decir, porque el conflicto no parece haber terminado todavía.

La controversia en torno a las monjas no sólo plantea dudas sobre su destino personal, sino también sobre la responsabilidad de la iglesia y la sociedad hacia las personas mayores. Las negociaciones y reacciones en torno al caso se siguen con entusiasmo y podrían tener consecuencias de gran alcance para la vida de las ancianas.