La última quema de brujas en Colonia: un capítulo oscuro al descubierto
Obtenga más información sobre la caza de brujas en Colonia, que tuvo lugar entre 1655 y 1670 y tuvo un destino trágico.

La última quema de brujas en Colonia: un capítulo oscuro al descubierto
La oscura historia de la caza de brujas ha dejado profundas huellas en Colonia. El caso del joven Entgen Lenarts es particularmente impresionante. Entgen, que sólo tenía diez años, fue interrogada en la Frankenturm en 1655, donde afirmó que ya había asistido 30 veces al baile de las brujas y se había dedicado al diablo. Su carrera es trágica: su padre recibió un disparo y su madre se fue con otro hombre. En aquella época, la vida era especialmente dura para una huérfana como ella, lo que probablemente alimentó sus acusaciones. Debido a su edad, no fue ejecutada inmediatamente, sino que tuvo que soportar tres años en la torre de la prisión antes de ser decapitada el 18 de febrero de 1655 y luego quemada. Esta fue la última ejecución por brujería documentada oficialmente en Colonia, donde se pueden encontrar un total de 103 acusaciones y juicios por brujería. De ellos, 38 terminaron en ejecución pública, una parte aterradora de la historia que ksta.de describe en detalle.
Pero ¿por qué ocurren tales atrocidades? La moda de la caza de brujas alcanzó su punto máximo en los siglos XVI y XVII. Historiadores como Irene Franken señalan que las circunstancias de las crisis sociales, como las epidemias o las guerras, a menudo simplemente requerían chivos expiatorios. En Alemania murieron decenas de miles de personas, en su mayoría mujeres. En Colonia, por ejemplo, 34 mujeres, dos niños y dos hombres tuvieron que perder la vida por acusaciones de brujería. A menudo eran las mujeres de entornos pobres las que se consideraban objetivos fáciles, lo que kliotop.hypotheses.org destaca en sus análisis.
Brujería y denuncia
El libro "Hexenhammer", publicado por primera vez en 1487, proporcionó la legitimidad necesaria para las persecuciones y contenía instrucciones para interrogatorios y torturas. Muchas prácticas cristianas difícilmente podían separarse de la magia, por lo que a menudo ocurría que las denuncias de vecinos o conocidos desencadenaban investigaciones. El Ayuntamiento de Colonia llevó a cabo una primera investigación, que luego fue remitida al tribunal arzobispal. Aunque las absoluciones eran posibles, este privilegio rara vez se extendía a los acusados.
Los procedimientos siguieron un patrón específico que incluía tortura psicológica y física para extraer confesiones. Se utilizaron pruebas de brujas, como la prueba del agua, a pesar de que estaban oficialmente prohibidas. Durante esta época, la creencia en las brujas y sus poderes estaba muy extendida. Los historiadores hablan de entre 40.000 y 60.000 ejecuciones en Europa, de las cuales alrededor del 80% de las víctimas eran mujeres, lo que también muestra de manera impresionante el drama de esta época. Wikipedia añade que la alarma sobre la magia de las brujas y los miedos asociados a ella estaban profundamente entretejidos en la estructura social.
El legado de la caza de brujas
Los efectos de estas persecuciones todavía se sienten en la sociedad actual, ya que todavía existe la estigmatización sexual y social. En su trabajo sobre la caza de brujas en Colonia, Gerd Schwerhoff ha demostrado que muchos de estos procesos históricos estuvieron determinados no sólo por la superstición, sino también por factores sociales como la pobreza y la existencia marginal. La conferencia, que también se publicó en los Protocolos de Bensberg, ofrece una visión general impresionante e ilustra cuán delgada era la línea entre la sospecha y el juicio.
En general, queda por decir que la historia de la caza de brujas en Colonia y en otros lugares es un oscuro recordatorio de lo que puede surgir del miedo y la ignorancia social. Reflexionar sobre estos acontecimientos sigue siendo esencial para crear conciencia sobre la justicia y la humanidad en nuestro tiempo. No deben olvidarse las lecciones del pasado.