El nuevo gobierno francés en crisis: ¡debate presupuestario y desconfianza!
El nuevo gobierno de Francia bajo el primer ministro Lecornu enfrenta una semana crítica con un voto de confianza inminente y una crisis presupuestaria.

El nuevo gobierno francés en crisis: ¡debate presupuestario y desconfianza!
Francia enfrenta una semana políticamente turbulenta mientras el nuevo gobierno del primer ministro Sébastien Lecornu debe responder a una serie de desafíos. El gabinete fue nombrado el domingo por la tarde y desde el principio nos espera un tema candente: hay que elaborar el presupuesto de un país muy endeudado. Las condiciones financieras son tensas. Con un 114 por ciento, Francia tiene el tercer ratio de deuda más alto de la UE, justo detrás de Grecia e Italia, lo que no facilita la situación. Además, el gasto público se encuentra entre los más altos de Europa, lo que hace aún más urgente la necesidad de un plan de austeridad bien pensado, como informa Antenne Unna.
Particularmente explosivo es el peligro de una moción de censura, anunciada esta semana por el partido de izquierda La France Insoumise (LFI) y el derechista Rassemblement National (RN). El éxito de esta solicitud podría depender en gran medida de la declaración del gobierno de Lecornu. Inicialmente, Lecornu quería presentar su proyecto de presupuesto al Parlamento el lunes. Sin embargo, esto requiere una reunión previa del gabinete, que no podrá tener lugar hasta el martes debido al viaje del presidente Macron a la cumbre de Gaza en Egipto. Si el gobierno no presenta un presupuesto sostenible, Francia podría terminar sin un presupuesto aprobado a finales de año, lo que sacudiría aún más el panorama político.
Alta tensión en la Asamblea Nacional
La situación política en la Asamblea Nacional es tensa. Lecornu ha anunciado un gobierno de transición para poder presentar un presupuesto antes de fin de año, pero se mantiene fiel a un perfil de centroderecha. Aunque los conservadores han decidido no participar más en el gobierno, están dispuestos a apoyar propuestas legislativas. Sin embargo, esto ocurre bajo la presión de la oposición, que se intensifica aún más con las críticas al presidente Macron y el ahorro previsto de 43,8 mil millones de euros en el próximo presupuesto. Estos ahorros son también la razón por la que el ex Primer Ministro François Bayrou quiso pedir un voto de confianza al Parlamento el 8 de septiembre, lo que demuestra lo precaria que es la posición del Gobierno, como destaca Tagesschau.
La credibilidad de Lecornu depende en gran medida de su capacidad para gestionar esta situación política y económicamente delicada. Varios partidos, entre ellos el RN, el LFI, los Verdes y los comunistas, ya han anunciado que votarán en contra del gobierno. Bayrou ya podría repetir la experiencia de su predecesor Michel Barnier, que fue derrocado por una moción de censura a finales de 2024 después de que el gobierno no tuviera mayoría propia en el parlamento.
Condiciones financieras y los desafíos resultantes
La situación financiera en Francia sigue siendo una cuestión central. En 2024, la deuda pública rondaba los 3,3 billones de euros y el déficit presupuestario era un preocupante 5,8 por ciento del PIB. Si bien a Alemania le está yendo mucho mejor con un ratio de deuda de más del 62 por ciento, los economistas advierten que la deuda nacional alemana también podría aumentar en el futuro. [Deutschlandfunk](https://www.deutschlandfunk.de/frankreich- Debt Crisis-staatsfinanzen-eurozone-finanzunternehmen-100.html) destaca que el complejo panorama político en Francia, caracterizado por tres bloques iguales en la Asamblea Nacional, dificulta encontrar soluciones al acuciante problema de la deuda.
El propio Macron no sólo se enfrenta a críticas por la situación presupuestaria, sino sobre todo por la controvertida reforma de las pensiones, que prevé aumentar la edad de jubilación de 62 a 64 años. Esta medida tenía como objetivo ayudar a abordar el déficit, pero ha causado descontento entre muchos. La oposición ya ha enviado señales claras de que aquí también se necesitan mejoras. Queda por ver si Lecornu y su gabinete podrán hacer circular las incertidumbres o si es inminente una nueva turbulencia política.