Gelsenkirchen rinde homenaje al Dr. Rudolf Bertram: un héroe a la sombra de la historia
Gelsenkirchen honró al Dr. Rudolf Bertram por su valiente trabajo durante el régimen nazi, donde ayudó a mujeres judías húngaras.

Gelsenkirchen rinde homenaje al Dr. Rudolf Bertram: un héroe a la sombra de la historia
El 16 de junio de 2025 se colocó una placa conmemorativa del Dr. en el cementerio del casco antiguo de Gelsenkirchen. Rudolf Bertram inauguró. Bertram, un cirujano dedicado que se incorporó al Hospital St. Josef como médico jefe en 1937, se ha hecho conocido por sus destacadas acciones durante los capítulos más oscuros de la historia alemana. Creció en Olpe, en la región de Sauerland, y era un católico devoto. Junto con su esposa, la Dra. Margot Bertram tuvo seis hijos y se convirtió en una figura central de la atención médica durante la Segunda Guerra Mundial.
Particularmente destacado fue el Dr. Bertram el 11 de septiembre de 1944, cuando un ataque aéreo aliado contra la planta de hidrogenación de Gelsenberg Benzin AG hirió y mató a muchas personas. En ese momento, 2.000 mujeres judías húngaras habían sido llevadas a Gelsenkirchen como trabajadoras forzadas, 138 de las cuales murieron en las bombas. A pesar de los grandes peligros asociados con sus acciones, Bertram organizó la atención médica para los heridos en el hospital St. Josef y apoyó a los hospitales vecinos.
Un héroe en tiempos difíciles
El Dr. Bertram y su personal de enfermería también escondieron a 17 trabajadores forzados en el hospital para protegerlos de la Gestapo. En un momento en que el régimen nazi tuvo que hacer del trabajo forzoso la base de su economía de guerra, esta acción no sólo significó valor moral, sino también un cierto grado de peligro para las vidas de todos los involucrados. La modestia de Bertram se reflejó en su negativa a recibir honores oficiales por sus acciones, considerándolas un deber cristiano.
Sus heroicas acciones no pasaron desapercibidas. Bertram recibió póstumamente el premio Justo de las Naciones del monumento conmemorativo Yad Vashem de Israel en 1979, y la ciudad de Gelsenkirchen lo honró en 1996 con una placa de bronce colocada frente al hospital. El año pasado también se inauguró una placa conmemorativa en el Paseo de la Fama de Gelsenkirchen.
Un legado de unión
Muchos de los familiares de Bertram estuvieron presentes en la inauguración de la actual placa conmemorativa. Ortrud Kathol-Bertram, su hija, habló sobre el médico comprometido y humorístico hombre de familia, mientras que Judith Neuwald-Tasbach, hija de una de las mujeres rescatadas, destacó la estrecha conexión de las familias con el Dr. Bertram. Estos recuerdos muestran cuán fuerte la influencia de Bertram continúa hasta el día de hoy y cuán importante es contar historias así para promover el coraje moral.
La época en la que la vida del Dr. Bertram estuvo marcada por el brutal trabajo forzoso que sufrieron alrededor de 12 millones de personas en la Alemania nacionalsocialista. La sociedad percibió esto como una parte central de la economía de guerra, lo que se desprende del hecho de que el trabajo forzoso se volvió indispensable en varios sectores, incluida la agricultura y las industrias de defensa. Las condiciones, en última instancia, devastadoras de estas personas son un legado oscuro que debe recordarse y preservarse, al igual que las acciones de personas como el Dr. Rudolf Bertram, que brindó ayuda a pesar de todas las adversidades y no perdió de vista a la humanidad.
En un momento en que el régimen nazi destruyó las vidas de millones de personas, el Dr. Bertram es un rayo de esperanza. Su historia y la de los trabajadores forzados fugitivos todavía nos dan motivos para pensar en la humanidad y el coraje del individuo.