Asilo eclesiástico para somalíes: ¡el obispo critica la política de deportación!
El obispo Stäblein critica la política de asilo alemana y ofrece protección a los refugiados somalíes en Berlín.

Asilo eclesiástico para somalíes: ¡el obispo critica la política de deportación!
En Berlín, la Iglesia Evangélica en Alemania (EKD) está causando revuelo al alojar en una rectoría a tres solicitantes de asilo somalíes, dos hombres y una mujer. Esta medida se basa en la preocupante política migratoria del gobierno federal, que ha sido duramente criticada por el obispo Christian Stäblein, representante de los refugiados del EKD. El obispo describe a los refugiados como “gente muy joven” con experiencias difíciles y aboga por que no se pierdan de vista los aspectos humanitarios de la política migratoria. Stäblein reacciona con horror ante el rechazo de quienes buscan protección en las fronteras y pide al gobierno que se examine para encontrar soluciones humanitarias que correspondan a las personas y a su dignidad. {{source_1}} informa que los refugiados somalíes han estado en Berlín desde Pentecostés y fueron alojados en la capital por razones médicas y humanitarias.
Los refugiados habían hecho varios intentos de llegar a Alemania, pero la policía federal los rechazó cuando ya estaban a salvo en Polonia. Sólo la ayuda de los activistas en materia de asilo hizo posible su entrada. Como si la Iglesia hubiera encendido una luz en la oscuridad, su apoyo ahora muestra posibles caminos para el asilo eclesiástico en caso de amenaza de deportación. Según la Oficina Estatal de Refugiados de Berlín, los somalíes están registrados en el centro de llegada y participan en todas las citas oficiales necesarias.
La humanidad en foco
¿Cuáles son los desafíos que enfrenta una sociedad democrática en lo que respecta a la política migratoria? Estas preguntas surgen, especialmente después de la adopción en el Bundestag de un controvertido “plan de cinco puntos” sobre política de asilo y migración. Con el apoyo de CDU/CSU, FDP y AfD, este plan exige, entre otras cosas, controles fronterizos permanentes y el rechazo de quienes buscan protección, lo que Stäblein considera inadecuado y contrario a las normas legales y europeas. En un llamamiento apasionado, pide a todas las partes que encuentren un discurso común que ponga a la humanidad en primer plano. El obispo alza su voz contra la instrumentalización de las cuestiones migratorias con fines de campaña electoral y califica la reciente victoria de los populistas de derecha como una tendencia alarmante en la cultura democrática.
"No se trata sólo de números, sino de personas", subraya Stäblein, destacando la responsabilidad histórica de Alemania en materia de asilo y refugiados. Una mirada retrospectiva al período posterior a la Segunda Guerra Mundial muestra que Alemania ya rompió completamente con el pasado cuando en 1949 se consagró el derecho de asilo en la Ley Fundamental. En aquel momento, la sociedad debía distanciarse claramente de la historia nacionalsocialista. En el período siguiente, Alemania recibió muchos refugiados que llegaron a las fronteras debido a las guerras y la persecución, de modo que el derecho de asilo estuvo determinado por el destino de las personas que dependen de él.
El debate sobre asilo y migración
El debate sobre la política migratoria no es nuevo en Alemania. Después del final de la Segunda Guerra Mundial, en Alemania Occidental se desarrolló una ley de asilo integral para ofrecer a los numerosos desplazados y expulsados de aquella época un techo seguro. Sin embargo, desde la década de 1990, la política de asilo ha cambiado fundamentalmente, principalmente mediante la introducción de los conceptos de “terceros países seguros” y “países de origen seguros”, que hacen mucho más difícil para los refugiados solicitar asilo. Además, el número de solicitudes de asilo en Alemania ha disminuido significativamente desde entonces, lo que hace aún más urgente la necesidad de reformas y más soluciones humanitarias.
“Hoy en día es aún más importante respetar los derechos de quienes buscan protección y ofrecerles una perspectiva”, afirma Stäblein. El EKD se compromete a crear un régimen de migración humanitaria que se base no sólo en el marco legal, sino sobre todo en la humanidad y la dignidad. Es de esperar que voces como la del obispo Stäblein sean escuchadas e inicien los cambios necesarios en la política.