Las negociaciones de la ONU sobre residuos plásticos están al borde del abismo: ¿acuerdo a la vista?
Las negociaciones sobre el tratado de la ONU sobre residuos plásticos están avanzando, pero la conclusión sigue siendo incierta. Está pendiente un nuevo compromiso.

Las negociaciones de la ONU sobre residuos plásticos están al borde del abismo: ¿acuerdo a la vista?
La lucha contra los residuos plásticos continúa y el compromiso de la comunidad mundial está en peligro. Hoy, 15 de agosto de 2025, idowa informa sobre horas de negociaciones que aún no han logrado un acuerdo en la conferencia de la ONU para combatir los residuos plásticos. Sin embargo, el presidente de la conferencia, Luis Vayas Valdivieso, todavía ve posibilidades de lograr un resultado y suspendió la sesión plenaria a la medianoche del jueves. Está previsto que las conversaciones continúen el viernes.
Aunque se dice que hay indicios informales de progreso, el proceso sigue plagado de tensiones. Críticos como el representante alemán de la fundación medioambiental WWF, Florian Titze, califican el proceso de negociación de "farsa". Pide a Alemania y a más de 100 países más que se unan como una “coalición de dispuestos” para llevar a cabo nuevas negociaciones fuera de la ONU. Después de tres años de arduo trabajo, ya pasó el plazo para ultimar el texto del contrato, que inicialmente finalizaba el jueves.
Conflictos y objetivos del acuerdo
Un punto central de discordia en las discusiones es entre dos grupos. Por un lado, Alemania y más de 100 países más impulsan una producción de plástico sostenible y quieren reducir el plástico de un solo uso. Por otro lado, los países ricos en materias primas para la producción de plástico –como Arabia Saudita, Irán y Rusia– están deseosos de evitar restricciones a la producción.
El objetivo del contrato propuesto es ambicioso. El objetivo es disponer de medidas jurídicamente vinculantes que cubran todo el ciclo de vida del plástico: desde la producción hasta el diseño y la gestión de residuos. El hecho de que no haya tiempo que perder pone de relieve el alarmante hecho de que la contaminación plástica no sólo pone en peligro los océanos y el medio ambiente, sino también la salud de las personas. Actualmente se detectan microplásticos en los órganos humanos e incluso en el cerebro.
De los desafíos a la acción
La situación no sólo es preocupante, sino también un serio llamado de atención para actuar. Los Estados se enfrentan al desafío de encontrar un equilibrio entre los intereses económicos y la protección del medio ambiente. Si no hay un diálogo honesto, podría obstaculizar gravemente el progreso en la lucha contra la avalancha de plástico.
Los fallos de los últimos meses arrojan sombras oscuras sobre el futuro de nuestros ecosistemas. Por lo tanto, los países involucrados y sus ciudadanos deben explicar activamente por qué es crucial no solo hablar ayer sobre los desechos plásticos, sino tomar medidas concretas hoy.
En un momento en el que aumenta la conciencia sobre el impacto medioambiental del plástico, será interesante ver si las negociaciones del viernes serán más fructíferas. El mundo observa los acontecimientos con gran expectación y espera un acuerdo constructivo que satisfaga la necesidad global de cambio.